Tashkent, UZBEKISTÁN (Agencia Fides, 27/02/2018) – “La oración y la caridad son las palabras
clave que resumen el espíritu con que uzbekos católicos están viviendo
este tiempo de Cuaresma”. Así lo cuenta a la Agencia Fides el
Administrador Apostólico de Uzbekistán, el padre Jerzy Maculewicz. “Con
la celebración del Miércoles de Ceniza comenzamos la Cuaresma, un tiempo
de gracia que prepara nuestros corazones para recibir a Cristo
Resucitado. Estamos haciendo todo lo posible para involucrar a toda la
comunidad de fieles. Uno de mis hermanos, el padre Piotr Kawa, pasa los
fines de semana visitando cada una de las cinco parroquias uzbekas.
Durante estos encuentros, se hacen ejercicios espirituales y los fieles
pueden recibir el sacramento de la Reconciliación”, explica.
“Además, -continúa el padre Maculewicz-, todos los viernes en Tashkent
hacemos el Via Crucis para vivir el doloroso camino de Cristo hacia el
Gólgota, incluyendo los momentos de meditación que los fieles preparan
durante la semana. Repetimos el Vía Crucis también el domingo, después
de la celebración eucarística, porque no todas las personas pueden
asistir otros días. Es muy importante para nosotros que cada uno de los
fieles pueda prepararse lo mejor posible para la Pascua”. La caridad
tampoco se descuida. "Durante este tiempo, invitamos a todos a hacer
algún gesto de misericordia. La Cuaresma no solo es ayuno y penitencia,
sino también caridad. El ejercicio de la limosna, es decir, hacer algo
bueno y útil para los demás todos los días, abre nuestros corazones para
dar la bienvenida a los demás. El tiempo de Cuaresma puede ser un
excelente gimnasio para que esta actitud se convierta en un verdadero
estilo de vida”, concluye el Administrador Apostólico.
En Uzbekistán, el 80% de la población profesa la religión islámica, el
8% pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa y el resto de la población a
comunidades más minoritarias. La comunidad católica se distribuye en
cinco parroquias ubicadas en las principales ciudades del país y tiene
alrededor de unos 3.000 miembros bautizados en total. Hay
aproximadamente unos 700 fieles en Tashkent, mientras que los otros se
distribuyen entre las ciudades de Samarcanda, Bujara, Urgench y Fergana.