Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 23/02/2018) - “Aquí en Rumbek los pocos kenianos que he
conocido se sienten inseguros. Dado que para ganarse la vida se ven
obligados a trabajar en esta zona, confían su vida a Dios”, explica a
Fides el padre John John Waweru, un sacerdote keniano incardinado en la
diócesis de Rumbek, en Sudán, a propósito de la recomendación que ha
hecho el gobierno de Kenia sobre la peligrosidad de viajar en Sudán del
Sur.
El 21 de febrero, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kenia aconsejó a
sus ciudadanos no ir a zonas de Sudán del Sur afectadas por conflictos.
En concreto, insta a todos los ciudadanos de Kenia que vivan o viajen a
Sudán del Sur a evitar las zonas donde los conflictos armados y la
violencia étnica se están multiplicando en los últimos seis meses. El
gobierno en Nairobi ha lanzado esta alerata después de dos pilotos
kenianos fueran retenidos durante 44 días por los miembros del ejército
rebelde (SPLA- IO). El 7 de enero, los pilotos se vieron obligados a
realizar un aterrizaje en una zona controlada por los rebeldes, matando a
un ciudadano sudsudanés. Los dos pilotos fueron liberados después del
pago de más de cien mil dólares de indemnización.
“Pregunté a algunos kenianos que trabajan como mecánicos aquí sobre el
aviso lanzado por el gobierno. Me dijeron que no pueden evitar
permanecer aquí pese al peligro”, indica el padre Waweru que trabaja en
Sudán del Sur desde 2000. “Sé que hay muchos kenianos aquí en Rumbek, en
el Western Lakes State y en el Eastern Lakes State, -donde hay
continuos conflictos étnicos-, pero hay que seguir trabajando en estas
zonas”, explica el padre Waweru, que es párroco en una misión a unos 50
kilómetros al oeste de la ciudad de Rumbek.
El Papa Francisco convocó para este viernes 23 de febrero de 2018 una
jornada de oración por la paz, especialmente para Sudán del Sur y para
la República Democrática del Congo.