Santander, COLOMBIA (Agencia Fides, 04/04/2018) - “No hay palabras para expresar la profunda
tristeza, frente a la magnitud de esta tragedia ambiental; quienes
caminábamos por la orilla de esas quebradas llenas de vida y de paz días
atrás, ahora no parece escuchar el llanto de la naturaleza por la
agresiva acción del llamado oro negro” así lo explica el obispo de
Barrancabermeja, en la provincia de Santander, Mons. Camilo Castrellón
Pizano, en una carta recibida en la Agencia Fides. La carta, la ha
escrito tras el desastre ambiental ocasionado por el derrame de miles de
barriles de petróleo sobre los cauces de la quebrada La Lizama, Caño
Muerto y el Río Sogamoso, en Santander. “A este dolor de la madre tierra
se suma la angustia de los pescadores y campesinos ante un futuro
incierto para ellos, sus familias, sus pertenencias y su trabajo”
continúa el obispo.
A un mes de distancia del inicio de la falla, el balance es desolador.
Cientos de pescadores no han podido volver a sus trabajos, unas 50
familias de agricultores han tenido que ser reubicadas y más de 1.200
animales han sido rescatados de entre el lodo. Además el crudo ha
afectado a las fuentes hídricas, a los suelos y ha producido la muerte
de la flora y la fauna a su alrededor.
“Frente a esta tragedia ambiental – continúa el obispo - es el momento
de unir fuerzas, para que todos juntos, con serenidad y sabiduría
busquemos caminos para superar este desastre”. Mons. Castrellón también
ha pedido a la Fiscalía y a la Procuraduría que se investigue a fondo el
derrame de crudo ocurrido y que se tomen medidas para que estos hechos
no se repitan. Por último ha invocado la protección de la Virgen
Dolorosa “especialmente para nuestras mujeres, que soportan con más
intensidad, el duro flagelo de este desastre ambiental”.
La pastoral Social de Barrancabermeja y miembros del programa de
Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, se reunirán en los próximos días
para analizar la situación y tratar de atender a la población de esta
zona del país. El vertido de petroleo que inició el 1 de marzo pero que
no salió a la luz hasta el 12, cuando se evidenció por primera vez en la
vereda La Lisama, cerca de la ciudad de Barrancabermeja, según la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), ha sido de al menos
550 barriles de petróleo, que han contaminado hasta 25 kilómetros del
Río Sogamoso, causando la muerte de alrededor de 2.460 animales y
problemas de salud a muchas personas.