Abidjan, COSTA DE MARFIL (Agencia Fides, 11/04/2018) - Ofrecer el indulto presidencial a los
culpables de delitos menores y habilitar nuevos magistrados para
acelerar los juicios. Es la petición lanzada por la Iglesia Católica en
Costa de Marfil, donde la situación en las cárceles es dramática. En las
34 cárceles del país están encarcelados 16.000 internos en un espacio
ideado para 4.000 reclusos.
Las condiciones de los presos fueron reveladas por monseñor Antoine
Koné, obispo de Odienné, y Presidente de la Comisión Episcopal de
Pastoral Social, durante la homilía por la Jornada Nacional de los
Encarcelados que se celebró el Domingo de la Divina Misericordia, el 8
de abril, en la iglesia de Sainte Thérèse de Marcory, en Abidjan.
“Queridos hermanos, queridas hermanas, el sepulcro de Cristo está
abierto”, dijo monseñor Koné. “¿No es una invitación a abrir todas las
prisiones-sepulcro donde languidecen tantos de nuestros hermanos y
hermanas que, a menudo, afirman su inocencia y cuyo grito no parece ser
escuchado?” Monseñpr Koné pidió el indulto para los presos con
determinados delitos y también reclamó una judicatura más fuerte para
acelerar los juicios a los internos en prisión preventiva. Medidas que
“darían un rostro humano a los lugares de detención y corrección, y de
las que se podrían beneficiar presos inocentes que languidecen en las
prisiones y se dejan morir porque han perdido la esperanza”, dijo el
obispo.
A pesar del indulto presidencial otorgado a finales de año a 4132 presos
comunes, las cárceles de Costa de Marfil siguen estando superpobladas
según indica el Departamento de Atención Pastoral de Prisiones y
Derechos Humanos de la Conferencia Episcopal de Costa de Marfil.
Según el organismo de los obispos, hay 16.254 personas encerradas en las
cárceles del país pero están diseñadas, en realidad, para dar cabida a
3.754 personas. Las malas condiciones sanitarias de las prisiones de
Costa de Marfil han sido denunciadas por varias organizaciones de
derechos humanos. Monseñor Koné además instó a abandonar las prisiones
morales y espirituales de odio, presunción, orgullo, indiferencia y
corrupción e invitó a los políticos a promover la paz y la cohesión
nacional. “La población de Costa de Marfil está esperando que construyan
puentes, lo que indudablemente mejorará el clima social y alentará el
desarrollo de quienes tienen dudas sobre el futuro”, concluyó el obispo.
Monseñor Koné encabezó una delegación de la Comisión Episcopal para la
Pastoral Social que visitó la prisión militar y la prisión civil de
Abidján.