Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 15/05/2018) – La Iglesia Católica en Nicaragua, a través de
la Conferencia Episcopal (CEN), anunció ayer lunes 14 que el diálogo
nacional en Nicaragua comenzará el miércoles 16 de mayo. El anuncio fue
hecho en una conferencia de prensa donde el cardenal Brenes destacó el
papel de la iglesia como mediador y testigo, pero al mismo tiempo,
informó el tema a tratar: la institucionalidad del país para avanzar
hacia la democratización.
Permanece abierta la pregunta sobre la invitación del gobierno de
Nicaragua a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para
investigar los actos de violencia durante las protestas, que han causado
la muerte de más de 60 personas.
El cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, leyó la declaración
preparada por los representantes de la CEN y dijo que las condiciones
para el diálogo no son las mejores, pero el diálogo se llevará a cabo en
el Seminario Nuestra Señora de Fátima, el miércoles por la mañana.
Fides había publicado el contenido de la carta de los obispos al
presidente Daniel Ortega, con las cuatro condiciones para continuar el
diálogo (permitir la entrada en el país de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, detener la acción de los cuerpos paramilitares,
detener la represión y dar señales creíbles de la voluntad de diálogo,
ver Fides 4 de mayo), para poder aceptar actuar como mediadores en este
Diálogo Nacional.
Ayer, el cardenal Brenes ha recordado que en este diálogo se debe llegar
a acuerdos importantes, pero hay que detener inmediatamente la
violencia que aún ocurre en las calles de algunas ciudades.
El sábado 12, pocas horas después de que los obispos repitieran el
llamado al diálogo por la mañana, la vicepresidenta Rosario Murillo,
esposa de Daniel Ortega, había respondido a la Conferencia Episcopal,
aceptando las condiciones: "Estamos dispuestos a apelar al dialogar lo
antes posible, para la tranquilidad de todos los nicaragüenses". Sin
embargo, el mismo sábado, las fuerzas especiales hicieron una nueva ola
de represión violenta en la ciudad de Masaya, la cuna del folclore y la
artesanía en el país, causando dos víctimas y cien heridos.
El domingo, en muchas parroquias, los sacerdotes han pedido calma pero
también el compromiso de apoyar a las personas que quieren el Diálogo
para la democratización del país.
Al final de la conferencia de prensa, el cardenal nicaragüense agregó
que estaba entristecido por la noticia de los enfrentamientos que
tuvieron lugar anoche en Sébaco y Matagalpa, pidiendo que se detuviera
toda violencia.
De todos modos, el país experimenta horas de tensión e incertidumbre,
aunque sea verdad que a través de sus representantes, estudiantes y
empresarios han confirmado su presencia en la mesa del diálogo, la gente
no confía en las autoridades por la continua represión de las fuerzas
militares del gobierno
Desde su perfil de Twitter, el obispo auxiliar de Managua, Mons. Silvio
José Báez, reveló que aunque los sacerdotes siguieron recibiendo
intimidación y amenazas telefónicas, "no debemos dejarnos abrumar por la
irresponsabilidad, la ira o la precipitación, o incluso por el miedo y
menos aún por la violencia".