Baghdad, IRAK (Agencia Fides, 22/07/2015) – La disposición del gobierno central iraquí de
transferir a Bagdad a 4.000 soldados y policías que anteriormente
estaban desplegados en las provincias del norte de Iraq - incluida la
provincia de Nínive - está provocando fuertes reacciones de las
organizaciones y de los políticos cristianos. Esta disposición, en
opinión de quienes se oponen, revela la ambigüedad y la confusión de los
líderes políticos y militares nacionales sobre la que han anunciado
muchas veces como “ofensiva” para liberar Mosul, la llanura de Nínive y
las áreas en Iraq que cayeron desde hace más de un año bajo el dominio
de los yihadistas del Estado Islámico de (Daesh).
En particular, la policía y los militares cristianos que estaban
estacionados en la llanura de Nínive - y actualmente se encuentran
principalmente en Erbil y otras áreas del Kurdistán iraquí - no tiene
intención de trasladarse a la capital, precisamente porque quieren
participar en primera fila en la posible próxima liberación de los
pueblos de los que tuvieron que huir ante la ofensiva del Daesh. Anwar
Hidayat, miembro del Consejo provincial de Ninive – informan los medios
iraquíes – ha pedido al gobierno central y al Ministerio del Interior
iraquí que reconsidere su decisión, para evitar que la policía y los
militares cristianos, sean excluidos de las operaciones anunciadas para
la reconquista y la protección del orden público en la llanura de
Nínive, y enviados a campañas militares en otras regiones de Iraq, que
no conocen. Argumentos similares han sido planteados en los últimos días
por el político cristiano Imad Youkhana, miembro del parlamento de
Baghdad.
A todas estas objeciones de los que consideran incongruente la
transferencia de los cristianos militares de la llanura de Nínive a
Bagdad, ha respondido Ryan-Keldani, miembro de las llamadas “Brigadas de
Babilonia”, según el cual el traslado es necesario para permitir que
unos casi 350 policías y soldados cristianos de la Llanura de Nínive
asistan a los cursos de adiestramiento. Además – añade al Keldani – los
soldados cristianos iraquíes pueden ser llamados a defender su país en
todas las áreas, no sólo en las regiones habitadas por ellos, si
realmente quieren contribuir a la defensa de una nación pluralista,
multiétnica y multirreligiosa, y contrarrestar la división sectaria que
se avecina ominosamente sobre el país.