Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 23/07/2015) – Las leyes y los procesos por blasfemia están
socavando el Estado de derecho en Myanmar. Estas leyes, presentes en el
código penal del país, “son contrarias a los derechos humanos, incluida
la libertad de opinión y de expresión; la libertad de pensamiento,
conciencia y religión, el derecho a la igualdad ante la ley sin
discriminación”, dicen los activistas de diversas organizaciones no
gubernamentales. Además se aplican arbitrariamente y de forma selectiva.
La ley sobre la blasfemia en Birmania fue promulgada por las autoridades
coloniales en 1927 para frenar la tensión entre las comunidades y es la
misma que existe en la India y Pakistán (que más tarde fue modificado
en 1986). Esta ley afirma que “la intención deliberada y maliciosa de
ultrajar los sentimientos religiosos de una persona se castiga con pena
de prisión y una multa”.
Sin embargo, en casos recientes, los tribunales han condenado a los
individuos en ausencia de pruebas de una intención deliberada: las
personas han sido severamente castigadas porque sus actos de expresión
fueron percibidos “en desacuerdo con las interpretaciones conservadoras
de una religión”.
A principios de 2015 en Myanmar, Philip Blackwood y sus colegas Tun
Thurein y Htut Ko Ko Lwin, fueron condenados a dos años y medio de
prisión con trabajos forzados por haber publicado en la red social
Facebook una imagen psicodélica de Buda que llevaba puestos unos cascos,
para anunciar su bar. Htin Linn Oo, escritor budista y miembro de la
“Liga Nacional para la Democracia”, fue condenado a dos años de prisión
con trabajos forzados por haber ultrajado a algunos grupos budistas: se
había atrevido a cuestionar la autenticidad del credo de los que
utilizan el budismo para incitar a la violencia.
Estas disposiciones - señalan los grupos de derechos humanos como “Asian
Forum for Human Rights and Development” - “violan el derecho
internacional y una serie de derechos humanos reconocidos por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de
Myanmar, que garantiza la libertad de expresión y de conciencia, de
profesar y practicar una religión”.