Según la información enviada a la Agencia Fides, después de citar la declaración de la Conferencia Episcopal que condena estos asesinatos, expresando “rechazo, dolor e indignación”, Mons. Giménez ha dicho en su homilía que “esta hostilidad, que dura desde hace muchos años, llena de odio, expresa el desprecio total por la vida”, y ha deplorado la actitud de los delincuentes, que “eliminan al enemigo con una crueldad absoluta”.
Ante estos hechos delictivos, “tenemos que pararnos y volver a pensar seriamente en lo que nos pasa como Iglesia y como país. ¿Qué está pasando entre nosotros?”, se ha preguntado el obispo. Los asesinos del norte forman parte de los “errantes sin rumbo, personas desesperadas. Solo por la desesperación se puede pensar en acciones de esta naturaleza”, ha dicho.
Según los datos recogidos por la Agencia Fides, el norte de Paraguay está sitiado por el EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) que ha retomado los ataques y asesinatos de policías con extrema crueldad. La prensa local destaca la presencia del narcoterrorismo en la zona y el aumento de los actos de violencia armada. Desde 2013 son ya 29 los fallecidos en esta área, entre policías y militares