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Imagen: syllabus-errorum.blogspot.com |
La
muestra, concebida como un regalo a san Juan Pablo II para su 85
cumpleaños, se inauguró en la Xavier Universidad de Cincinatti (EE.UU)
el 18 de mayo de 2005, apenas un mes después de la muerte del Pontífice.
Ahora llega a Roma y sus organizadores quisieran que una de sus etapas
europeas fuera Cracovia, la ciudad polaca de la que Karol Wojtyla fue
arzobispo.
''Una
bendición recíproca'', describe los pasos del Pontífice para mejorar la
relación entre la Iglesia Católica y el pueblo judío y refleja la
actualidad de la declaración conciliar ''Nostra Aetate'', emanada hace
cincuenta años en la que se expresa el aprecio de la Iglesia Católica
por las otras religiones, y se reafirman los principios de fraternidad
universal, de amor y de no discriminación.
Financiada
por diversas universidades y privados que creen en el diálogo
interreligioso como fuente de progreso para la humanidad, la exposición
narra en cuatro secciones, a través de fotos, vídeos , grabaciones y
otras fuentes interactivas, las relaciones de Juan Pablo II con los que
él mismo definió durante su histórica visita a la sinagoga de Roma el 13
de abril de 1986 como ''nuestros hermanos mayores''.
La
primera sección ilustra los años juveniles de Karol Wojtyla en su
Wadowice natal, la amistad, que duró toda la vida, con el joven judío
Jerzy Kluger y las relaciones entre católicos y hebreos en Polonia en la
década de 1920-1930. La segunda sección está dedicada a los años
universitarios y laborales del Papa en Cracovia, durante la Segunda
Guerra Mundial, no lejano de sus amigos que conocen el terror de la
shoah. La tercera describe la vida sacerdotal y episcopal del pontífice
santo, el evento del Concilio Vaticano, que marca un cambio de rumbo en
la relación entre judíos y cristianos, y la estrecha relación del Cardenal Arzobispo de Cracovia con la comunidad judía de su Arqudiócesis.
La
última sección abarca la figura de Wojtyla como Sucesor de Pedro, su
visita a la sinagoga romana y el viaje que efectuó a Israel en el año
2000 cuando dejó en el Muro Occidental de Jerusalén una oración pidiendo
el perdón divino por el trato que habían recibido en pasado los judíos y
para reafirmar el recorrido fraternal de los católicos junto al Pueblo
de la Alianza. Llegados aquí, los visitantes de ''Una bendición
recíproca'', están invitados a escribir una oración que se introduce en
una reproducción del Muro, como hizo Juan Pablo II. Las oraciones así
recogidas, se depositarán en el Muro Occidental sin ser leídas.