La Audiencia General de esta mañana se ha desarrollado a las 9:20 horas en la Plaza de San Pedro, donde el Papa FRANCISCO se ha encontrado con los grupos de fieles y peregrinos provenientes de Italia y de todas partes del mundo.
En el discurso en lingua italiana el Santo Padre se ha referido al tema: “La paternidad de Dios fuente de nuestra esperanza” (cfr Lc 11, 1-4).
Después de haber resumido Su catequesis en diversas lenguas, el Pontífice ha dirigido particlares expresiones de saludo a los grupos de fieles presentes.
También ha hecho un llamamiento en favor de la iniciativa “Un minuto por la paz”.
La Audiencia General ha concluído con el canto del Pater Noster y la Benedición Apostólica impartida por FRANCISCO.
Esta es la catequesis en lengua española:
Queridos hermanos y hermanas
El modo de rezar de Jesús atraía la atención de sus discípulos y un día le pidieron que les enseñase cómo hacerlo. Él les enseñó el «Padre Nuestro», la oración cristiana por excelencia. En la sencilla invocación «Padre» se resume todo el misterio de nuestra oración.
Con Jesús podemos llamar a Dios: «Abba», que es un término que muestra confianza y cercanía, y que podríamos traducir por «papá». Dios es nuestro «papá», y llamarlo así nos pone en estrecha relación con él, como un niño que se siente amado y protegido por su padre.
Jesús en la parábola del padre misericordioso nos presenta a Dios como un Padre bueno. No actúa al modo humano, sino a la manera divina, «amando» de forma diferente. Cuando el hijo pródigo vuelve a casa, después de haber derrochado todos sus bienes, el padre sale a recibirlo y no le aplica criterios de justicia humana, sino que lo perdona y lo abraza, mostrándole cuánto ha sentido su ausencia. Este es el misterio insondable de Dios que no puede dejar de amar a sus hijos. Esta certeza es la base de nuestra esperanza.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica.
Los invito a dirigirse a Dios, nuestro Padre, en todo momento y circunstancia. No nos encerremos en nosotros mismos, sino que acudamos con confianza a él, que como Padre bueno nos mira con amor y nunca nos abandona.
Muchas gracias.
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