Kalèmie, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 09/06/2017) – “Las condiciones de los asentamientos en los
territorios de Kalémie y Kansimba y en la provincia de Tanganyika deben
mejorarse con urgencia, la asistencia sanitaria debe volverse más
accesible, se debe proporcionar ayuda alimentaria a las familias
desplazadas y a las comunidades de acogida y los que están en riesgo de
sufrir violencia deben ser protegidos”. Este es el llamamiento de
Médicos Sin Fronteras ante la emergencia en los asentamientos de
desplazados. “Estas personas siguen viviendo en condiciones desesperadas
y tienen necesidad inmediata de asistencia humanitaria, su acceso a la
atención médica es muy limitado y sufren de una alarmante escasez de
alimentos, agua y refugio”, se lee en el comunicado de la ONG recibido
en la Agencia Fides.
En la provincia de Tanganyika casi medio millón de personas, según
estimaciones de la ONU, se han visto obligados a abandonar sus hogares
entre julio de 2016 y marzo de 2017 a causa de la violencia. Más de 44
mil personas viven en asentamientos alrededor de la ciudad de Kalémie.
“En abril, durante una campaña de vacunación contra el sarampión,
encontramos a 5.700 niños desnutridos menores de cinco en diez de estos
asentamientos. Desde marzo, nuestros equipos han proporcionado
asistencia de emergencia a las personas desplazadas en los territorios
de Kalémie y Kansimba a través de las vacunas contra el sarampión,
clínicas móviles, suministro de agua y construcción de letrinas y duchas
en algunos de los asentamientos”.
Un equipo de MSF está proporcionando atención médica a un grupo de
alrededor de 1.500 personas desplazadas en el pueblo de Moke, donde el
51% de los niños menores de cinco años están desnutridos, el 23% de
forma severa.