Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 18/12/2017) - “Nos da muchos ánimos que la voz del Santo Padre
se haya unido a la nuestra para pedir a los secuestradores la
liberación de las seis religiosas raptadas hace un mes”, asegura a la
Agencia Fides monseñor Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Jos y
presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria en referencia al
llamamiento lanzado por el Papa Francisco tras el rezo del Ángelus de
ayer domingo 17 de diciembre. “Me uno de corazón al llamamiento de los
obispos de Nigeria para la liberación de las seis Hermanas del Corazón
Eucarístico de Cristo que fueron raptadas hace un mes en su convento
Iguoriakhi”, pidió el Papa. “Rezo con insistencia por ellas y por todas
las personas que se encuentran en esta dolorosa condición, para que
puedan, con ocasión de la Navidad, volver a sus casas finalmente”, deseó
el Papa quien además pidió a los fieles que se unieran a él en oración
recitando el Avemaría.
“Continuamos rezando y estamos valorando varias formas para asegurar su
rescate pero hasta ahora, por desgracia, nuestros esfuerzos no han
tenido éxito”, dice monseñor Kaigama. El obispo recuerda que “en el
curso de la ceremonia de creación de la nueva diócesis de Bomadi (que
era vicariato apostólico), hemos pedido a los
fieles oraciones por la liberación de las religiosas y también se ha
hecho una oración especial con este fin durante la misa”.
“La Conferencia Episcopal ha publicado una declaración en la que pide la
conversión del corazón de los secuestradores y la liberación de las
hermanas. Estamos muy contentos con que el Papa haya asegurado sus
oraciones por la rápida liberación de las religiosas de forma que puedan
regresar con sus familias y con su congregación”, concluye monseñor
Kaigama. En la declaración publicada el 15 de diciembre, la Conferencia
Episcopal de Nigeria afirma que “los agentes de las tinieblas continúan
sometiendo a nuestro pueblo a un chantaje a través de los secuestros,
los atracos a mano armada y otras actividades inhumanas”. “Nos
entristece y nos duele el secuestro de nuestras hijas, las Hermanas del
Corazón Eucarístico de Cristo, que fueron raptadas hace casi un mes en
su convento de Iguoriakhi, cercano a Benin City. Hacemos un llamamiento a
quienes las retienen para que escuchen nuestro llamamiento y las
liberen inmediatamente”.
Los raptos para extorsionar se han convertido en una constante en varias
zonas del sur de Nigeria y afectan también a sacerdotes y religiosos y
religiosas. La Conferencia Episcopal hace tiempo que indicó que no
pagaría ningún rescate por la liberación del personal eclesiástico.