Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 19/12/2017) - “Nuestra esperanza es que el nuevo líder
del ANC traiga cambios para el país”, indica a la Agencia Fides
monseñor Abel Gabuza, obispo de Kimberly y presidente de la Comisión
Episcopal “Justicia y Paz” de la SACBC (Southern African Catholic
Bishops’ Conference), a propósito de la elección de Cyril Ramaphosa como
presidente del African National Congress (ANC), el partido en el poder
en Sudáfrica desde el fin del apartheid, en 1994.
Ramaphosa, que es el vicepresidente de Sudáfrica, fue elegido por los
delegados del Congreso Nacional del ANC, por encima de la candidata
rival Nkosazana Dlamini-Zuma, esposa del presidente Jacob Zuma, quien
ahora se enfrenta a las acusaciones de corrupción y malversación de
fondos públicos.
Precisamente la corrupción es uno de los problemas a los que, según
monseñor Gabuza, deberá hacer frente el nuevo líder del ANC. “Hay tres
asuntos importantes a los que atender: el desarrollo económico para
frenar el desempleo; la lucha contra la corrupción; y la reforma del
sector público, dando un nuevo protagonismo a los empleados públicos”,
asegura el presidente de “Justicia y Paz”.
“Necesitamos una verdadera cultura de Estado y un servicio público que
estén realmente al servicio de los ciudadanos”, explica monseñor Gabuza.
La ANC es el partido de gobierno y lo que sucede en sus filas repercute
directamente en el gobierno y en el estado”, subraya. “Tenemos personas
incompetentes en el sector público, personas que no son las adecuadas y
que ocupan cargos importantes solo porque están afiliadas al ANC. Se
necesitan personas competentes y con una formación adecuada que puedan
relanzar el sector público”, apunta el obispo. Hay dos datos que
explican la crítica situación en la que viven la mayoría de los
sudafricanos. La tasa de desempleo del 30% y el alto índice de
desigualdad social, -entre los mayores del mundo-, donde el 10% de los
ciudadanos posee el 66% de la riqueza nacional, tal y como indica el
informa mundial sobre desigualdad de 2018.
El nuevo líder del ANC, -que casi con toda probabilidad será elegido
jefe de Estado en las elecciones del 2019-, pertenece a una etnia
minoritaria respecto a las dos dominantes del país, los Xhosa y los
Zulu. Esto no representa un problema, de acuerdo a lo que piensa
monseñor Gabuza. “No creo que la cuestión étnica sea un problema
importante para Sudáfrica”, asegura. “Es cierto que existen problemas
relacionados con el tribalismo o con las etnias pero no creo que hayan
sido nunca el problema principal de nuestro país como sucede en otros.
Los verdaderos problemas derivan de la política y la gestión pública”,
concluye.