Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 20/12/2017) – La Iglesia en Argentina sigue con
preocupación la situación política del país: mientras que la Cámara de
Diputados de Argentina ha aprobado una reforma de las pensiones, con
gran oposición por una parte importante de la opinión pública - después
de una tarde de violencia entre manifestantes y Policía (162 heridos,
incluidos 88 policías y 61 arrestados) - la Comisión Ejecutiva de la
Conferencia Episcopal de Argentina (CEA) ha visitado al presidente
Mauricio Macri. Los obispos han aprovechado del encuentro para los
saludos navideños para expresar “su preocupación por el alcance de los
hechos de violencia registrados y por las características de la
respuesta de la policía”. Horacio Rodríguez Larreta, gobernador de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, había anunciado acciones legales contra
los manifestantes de los ataques contra la policía, a su vez, acusados
por la oposición de reprimir las protestas con brutalidad.
En la nota enviada a la Agencia Fides, la CEA explica que los obispos
han manifestado al jefe de Estado “la necesidad de que en esta
contingencia económica, el esfuerzo principal lo realicen los que tienen
más”, subrayando la necesidad de “continuar por el camino del diálogo”
también con “las asociaciones representativas de las comunidades
religiosas”. Significativamente, como regalo de Navidad, los prelados
han donado dos copias del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
al presidente y al jefe del gabinete.
En las últimas semanas, la CEA ha tomado una posición clara sobre los
asuntos más urgentes para el país. La primera intervención del obispo
Oscar Ojea, presidente del Comité Ejecutivo se refirió a la reforma
laboral, que luego ha sido abandonada por el gobierno: “Para la doctrina
social de la Iglesia, el trabajo no es una mercancía, sino que es
constitutiva de la dignidad humana y es un gran elemento regulador de la
vida”, dijo.
El economista católico Julio A. Ruiz, profesor de la Universidad de
Buenos Aires y miembro del centro de investigación “CLAdeES” (Centro
Latinoamericano de Evangelización Social), contactado por la Agencia
Fides, señala que la falta de un debate parlamentario sobre la reforma
aprobada destaca la tendencia argentina a aplanar los problemas en una
contraposición estéril. En cambio, observa Ruiz, “una ética basada en el
Evangelio pone límites en los que entran muchas posibilidades, y la
tarea de la política es elegir entre estas”.
Sobre la iniquidad de esta reforma, en un artículo publicado por
CLAdeES, el economista se pregunta: “Considerar el salario como un coste
para la economía en su conjunto, ¿es coherente con la centralidad de la
persona? ¿Cuál es el gasto que desequilibra la economía argentina? La
del 70% más pobre de los ciudadanos, que recibe el 40% de los ingresos;
¿o la del 30% más rico que recibe el 60%?”.
“En una cultura de fraternidad y comunión - señala – se comparten,
además de los bienes, las necesidades y dificultades, para que los
miembros más débiles de la sociedad estén protegidos”. Ruiz está
convencido de que la enseñanza social de la Iglesia es “una parte
esencial del Evangelio, no un apéndice” y que corresponde a los fieles
laicos promoverla. La búsqueda de soluciones “no es una tarea de los
sacerdotes, que no son técnicos” y que se ocupan de señalar lo que es
lícito y lo que no lo es, sino que es de “nosotros laicos, que somos los
que debemos transformar la realidad”, concluye.