Quetta, PAKISTÁN (Agencia Fides, 19/12/2017) - La paz es el mayor bien que tenemos que
proteger en el país. Lo afirma al día siguiente de la masacre en la
iglesia de Quetta, el Obispo metodista Sadiq Daniel, que dirige la
comunidad protestante en las provincias de Sindh y Beluchistán y que el
18 de diciembre celebró el funeral de las víctimas en el cementerio
cristiano de Quetta. En declaraciones a la Agencia Fides, el obispo
señala: “Todos estamos en el mismo barco, los terroristas atacan a
todos, atacan mezquitas, escuelas, universidades, hospitales, a las
fuerzas armadas, quieren desestabilizar Pakistán, tienen su propia
agenda política. Nosotros, como seguidores de Jesucristo, Príncipe de la
Paz, optamos por la paz y trabajaremos para mantener la serenidad y la
convivencia”.
“Ahora - observa - es el momento de orar por las víctimas y por las
familias, que están de luto”, ha dicho, dirigiéndose a los más de 1,500
fieles que asistieron al funeral. “Una vez más estamos en la prueba,
evitemos protestas, conferencias de prensa y otras iniciativas. Este es
nuestro país, somos pakistaníes y hemos demostrado a través de nuestras
acciones que amamos a nuestro país. Seguimos trabajando por la paz y la
armonía”. “Nuestro Dios, Emmanuel, el Dios, con nosotros que celebramos
en Navidad, está a nuestro lado y nos consolará, nos cuida. Él es justo y
hará justicia por su pueblo”, añade a la Agencia Fides.
Según la información de la Agencia Fides, el obispo, que hoy celebra el
funeral de otras víctimas, visitará a cada una de las familias para
consolarles y hacerles sentir su cercanía en este momento de dolor.
“Escuchar sus dolorosas historias será un momento difícil”, señala.
Zafar Iqbal, secretario diocesano de la Iglesia Anglicana, explica a la
Agencia Fides: “La Iglesia Anglicana agradece a los policías y las
fuerzas armadas por su rápida intervención que ha logrado detener al
terrorista suicida que quería ingresar en el edificio de la iglesia; de
lo contrario, las consecuencias hubieran sido mucho peores”. Uno de los
heridos ha contado a Fides su trágica experiencia: “El Pastor estaba a
punto de distribuir la Sagrada Comunión cuando escuchamos el sonido de
disparos y explosiones, y algunos hombres cerraron rápidamente las
puertas del edificio. Mi esposa y algunas personas se movieron para
buscar a sus hijos, pero después de unos minutos, un atacante suicida se
inmoló. Cuando el humo se alzó pude ver que mi esposa había perdido la
vida”.