Bkerkè, LÍBANO (Agencia Fides, 15/12/2017) – La decisión del presidente de Estados Unidos de
reconocer Jerusalén como capital de Israel se basa “en cálculos
políticos particulares”, y representa “una provocación para tres
millones de creyentes”, “porque ofende profundamente su fe”. Así se lee
en una declaración hecha pública al término del encuentro interreligioso
convocado para el jueves 14 de diciembre, en la sede patriarcal de
Bkerké, por el patriarca maronita Bechara Boutros Raï para alcanzar una
posición común sobre la cuestión de Jerusalén y las tensiones provocadas
por la decisión de la administración Trump de trasladar la embajada de
Estados Unidos en Israel.
Jerusalén, se lee en la declaración, “no es una ciudad como las demás”.
“Está llena de lugares santos para las tres religiones monoteístas, como
el Santo Sepulcro y la Mezquita de al Aqsa”. Reconociendo este hecho
“todos los países del mundo deben comprometerse a respetar las
resoluciones de la ONU considerando a Jerusalén y a Cisjordania como
territorios ocupados” y “se deben abstener de crear embajadas en la
Jerusalén ocupada”.
Estados Unidos también “ha compartido este compromiso con la comunidad
internacional hasta que el presidente Trump lo ha violado con su
desastrosa decisión del 6 de diciembre de 2017”. Una decisión que,
además de violar la legalidad internacional, “daña y contradice el
significado espiritual de Jerusalén”. El texto publicado por los jefes
religiosos que participaron en la cumbre reitera su apoyo al pueblo
palestino, especialmente, hacia los palestinos que viven en Jerusalén,
expresando el aprecio por su voluntad de resistir ante los intentos de
modificar el perfil religioso y multiétnico de la Ciudad Santa.
La declaración pide a los líderes árabes y a los de otros países que
hagan presión sobre la administración Trump para que retire su
propuesta. Llaman también al pueblo estadounidense y a sus
organizaciones sociales y religiosas a que manifiesten su desacuerdo por
una decisión que podría desencadenar una nueva espiral de violencia.
Los líderes religiosos han firmado la “declaración de Bkerké” apoyando
la petición hecha por el presidente libanés Michel Aoun a la ONU para
que Líbano sea reconocido como “centro internacional” del diálogo entre
las religiones y las culturas.
Las principales comunidades religiosas del Líbano se han unido a la
convocatoria del patriarca Raï. En la cumbre han participado, entre
otros, el Gran Mufti sunita Abdellatif Daryan, el sheikh Abdul Amir
Kabalan en representación de los musulmanes chiítas, el catolicós armeno
apostólico Aram, el patriarca ortodoxo Ignatius Aphrem II, el
representante de los drusos al -Aql Naim Hassan, el patriarca
sirio-católico Ignatius Youssif III Younan y el patriarca católico
greco-melquita Youssef Absi.
El 14 de diciembre el ministro de asuntos exteriores libanés Gebran
Bassil anunció su propuesta para que el gobierno libanés establezca en
Jerusalén Este la embajada de Líbano ante el Estado Palestino.