Seúl, COREA DEL SUR (Agencia Fides, 21/12/2017) - “Como cristianos, es nuestro deber defender la
vida humana. La enseñanza de la Iglesia Católica ha dejado claro que el
embrión humano debe ser considerado como un ser humano y que nadie tiene
el derecho, bajo ninguna circunstancia, para eliminar una vida frágil
que aún no ha sido alumbrada”. Dice el cardenal Andrew Yeom Soo-jung,
arzobispo de Seúl, en el mensaje publicado para la Navidad de 2017 y
enviado a la Agencia Fides.
El mensaje, titulado “Dios muestra su amor por nosotros (Em, 5, 8),
reflexiona sobre la reciente edición polémica que en los últimos días ha
ocupado el debate público: La opinión pública se está confrontando
sobre la conveniencia de abolir la ley anti-aborto. En este contexto, el
cardenal hace hincapié en la importancia del “respeto a la vida
humana”, citando la Encíclica Laudato Sí del Papa Francisco: “¿Cómo
podemos realmente enseñar la importancia de acoger a los seres débiles
que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege
a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y
dificultades? (Laudato Si '120)
El cardenal ha comenzado el mensaje saludando a todos los fieles
coreanos, especialmente a los marginados, los enfermos y los “hermanos y
hermanas del norte”. Y afirma: “Jesús viene a este mundo como un niño
vulnerable. Pensemos acerca de cómo tratamos a los marginados y
vulnerables que nos rodean. ¿Los tratamos como lo haríamos con Jesús?”.
Luego, el texto condena la guerra, el terrorismo y la violencia que aún
se producen en todo el mundo y subraya los problemas sociales, incluida
una desigualdad dolorosa, el colectivismo y varios tipos de
discriminación. Estas situaciones trágicas, señala, todavía existen
debido a la “prioridad dada al valor económico, en comparación con
cualquier otra realidad”.
“Reflexionando sobre el humilde nacimiento de Jesús - continúa el
Cardenal - siempre debemos recordarnos a nosotros mismos el mantener una
mente humilde que respete la vida y simpatice con el dolor. Como
cristianos, es nuestro deber defender la vida humana y cuidar a los
ancianos que son pobres, inmigrantes que no tienen dónde ir,
trabajadores que trabajan en lugares peligrosos, niños y mujeres que han
sufrido violencia doméstica y jóvenes que han perdido la esperanza”.
A los líderes políticos, el Cardenal Yeom llama a “defender y preservar
la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda continua y exigente del
bien común”, reiterando que “el respeto a la vida” es la base del
bienestar de la sociedad.