Karachi, PAKISTÁN (Agencia Fides, 08/01/2018) - “La comunidad católica en Pakistán es
multicultural y con diversos idiomas, formada por personas de diferentes
tribu, etnias, naciones y culturas. El desafío principal al que nos
enfrentamos es la carencia de sacerdotes, pero al mismo tiempo
apreciamos mucho a los catequistas laicos que trabajan con gran celo
para ayudar a nuestros sacerdotes: en algunas diócesis las distancias
son muy grandes y los sacerdotes tiene que viajar más de 3 horas para
celebrar la misa a los fieles. La pastoral avanza gracias a la ayuda
fundamental de los catequistas laicos”: lo dice a la Agencia Fides el
Arzobispo emérito de Karachi, Mons. E
varist Pinto, de 84 años, con
motivo de su 50 aniversario de sacerdocio.
Al ser entrevistado por la Agencia Fides, el arzobispo recuerda que,
siguiendo su lema “Id y haced discípulos”, trabajó para promover las
enseñanzas del Concilio Vaticano II, fortaleciendo la presencia y la
acción de los laicos en la Iglesia, formando y desarrollando diversas
comisiones para asegurar que los católicos laicos estuviesen
completamente integrados en la pastoral de la Iglesia.
El arzobispo Pinto, durante su ministerio de gobierno episcopal, era
conocido por su cercanía a las diferentes comunidades que visitaba
continuamente: “He tratado siempre de acompañar a las personas y
asegurarme que el Obispo está siempre presente al servicio de los
fieles. A la luz del Concilio Vaticano II, hemos trabajado para
fortalecer los movimientos laicales en la diócesis de Karachi como la
Jesus Youth, la Comunidad de San Egidio y el Camino Neocatecumenal y
apoyado a los movimientos laicales ya existentes, como la Renovación
Carismática y el Movimiento de los Focolares. El objetivo ha sido
siempre el de promover el espíritu del discipulado y apostolado de los
laicos en la Iglesia”, explica a la Agencia Fides.
Desde Karachi, ciudad metropolitana al sur de Pakistán, el Arzobispo
Pinto señala que “la Iglesia de Karachi ha crecido muy rápido, están
floreciendo nuevas comunidades”. Inmediatamente después de la
independencia de Pakistán, la Iglesia comenzó a trabajar con la gente de
diversas culturas, llegadas sobre todo desde el sur de la India. En la
década de 1960 la gente de la provincia de Punjab comenzó a emigrar a la
ciudad de Karachi en busca de trabajo. En las últimas tres décadas,
respondiendo a una necesidad existente, la Archidiócesis constituyó diez
parroquias más y la undécima ya está casi lista”.
Durante muchos años Pastor en Karachi, el Arzobispo ilustra el rostro
peculiar de esta ciudad: “Karachi es una ciudad cosmopolita, formada por
personas de diferentes idiomas y culturas que hacen que el rostro de la
Iglesia en Karachi sea cosmopolita. Después de la independencia de
Pakistán, la Iglesia ha comenzó a servir a las comunidades inglesas,
luego a Urdu y Punjabi. La iglesia de Karachi se ha expandido muy
rápido, las comunidades prosperan, lo cual es una señal positiva: las
distancias son amplias pero se puede viajar fácilmente a través de la
buena red de carreteras y sistema de transportes”.
Actualmente el arzobispo emérito, que es un erudito bíblico, se dedica
al apostolado Bíblico, todavía enseña en los seminarios de la
Arquidiócesis, continúa estudiando las Escrituras y escribiendo libros
(muchos de sus libros han sido traducidos al urdu, un idioma de
Pakistán), se dedica a programas de formación y retiros para grupos
religiosos y laicos.
“Ahora tengo 84 años, pero todavía me apasiona difundir la Buena Nueva”,
señala, recordando que es capaz de comunicarse en más de 25 idiomas y
habla 10 de ellas con fluidez (como latín, italiano, francés, alemán,
español, punjabi, Konkani y las lenguas escritas hebreo, griego y
arameo).