Dushanbe, TAJIKISTÁN (Agencia Fides, 11/01/2018) - “Para el 2018, con la ayuda de Dios,
esperamos ampliar nuestra presencia en otras ciudades de Tajikistán y
emprender nuevos proyectos de caridad, en beneficio de la población”.
Así lo explica a la Agencia Fides el p. Pedro Ramiro López, sacerdote
del Instituto del Verbo Encarnado, responsable de la Missio sui iuris de
Tajikistán desde 2013, pero que se encuentra en misión en el estado de
Asia Central desde 2004.
“Comenzamos el nuevo año, fuertes por cuanto hemos recibido durante el
período de Navidad: un tiempo de gracia, enraizado en la Eucaristía y
caracterizado por reuniones con las familias de la parroquia”, explica
el p. Ramiro López. “Hemos tratado de garantizar las celebraciones
litúrgicas para todas las comunidades lingüísticas presentes en este
país. El 24 de diciembre, en la capital, Dushambe, hubo una misa en
inglés para extranjeros y para el cuerpo diplomático, y otra en ruso
para el resto de los fieles. Contemporáneamente, se celebró la Misa de
la Vigilia en la iglesia de Qurǧonteppa, una ciudad a unos 100
kilómetros de la capital. Además, dada la presencia de un grupo de
italianos que están trabajando para construir una presa, el día de
Navidad, mis hermanos y yo fuimos a una localidad a dos horas de la
capital para vivir la Eucaristía en su idioma. Y en los días que
siguieron a la Navidad celebramos la misa todos los días con toda
nuestra comunidad
parroquial”.
Se ha prestado una atención especial a las familias y a los niños de la
parroquia de Dushambe: “Durante todo el Adviento, visitamos a los
fieles, llevándoles un icono del Niño pequeño y bendiciendo sus hogares,
donde la imagen del Niño Jesús se quedaba algunos días antes de ser
trasladada a otras casas. Con las mismas familias, hemos vivido dos
momentos muy hermosos: la representación viviente de la Natividad,
realizada por los niños del oratorio, y el día de retiro con motivo de
la Fiesta de la Sagrada Familia”.
El 2017 ha sido un año particularmente importante para la Iglesia
tayika, que ha experimentado el vigésimo aniversario de su renacimiento,
después del período soviético: de hecho, fue en 1997 cuando Juan Pablo
II instituyó la Missio sui iuris, confiada a los sacerdotes del
Instituto del Verbo Encarnado.
“Celebramos este momento con la justa
solemnidad, en presencia del Nuncio Apostólico, de los superiores de
nuestra orden y de una multitud de fieles, religiosos y sacerdotes que
durante años han prestado su servicio aquí”, dice el padre Pedro Ramiro
López.
La Iglesia tayika, según lo informado por el sacerdote, ahora cuenta con
alrededor de 150 fieles, asistidos por 3 sacerdotes argentinos del
Instituto del Verbo Encarnado, 5 Hermanas Misioneras de la Caridad y 3
religiosas del Instituto Siervas del Señor y de la Virgen de Matarà.