viernes, 5 de enero de 2018

Papa FRANCISCO recibe en Audiencia a la Asociación Italiana de Maestros Católicos

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.mx - 5 de enero de 2018).-  Este viernes el Papa FRANCISCO ha recibido en Audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano a la Asociación Italiana de Maestros Católicos.


Texto del discurso que les dirigió el Santo Padre durante la Audiencia traducido del original italiano por http://catolicidad.blogspot.mx:


DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA
ASOCIACIÓN ITALIANA DE MAESTROS CATÓLICOS


Sala Clementina
Viernes 5 de enero de 2018


Queridos hermanos y hermanas,


Les doy la bienvenida, representantes de la Asociación Italiana de Maestros Católicos, en ocasión de vuestro Congreso nacional, y agradezco al Presidente por sus palabras.


Deseo proponerles tres puntos de reflexión y de compromiso: la cultura del encuentro, la alianza entre escuela y familia y la educación ecológica. Y también un estímulo para hacer asociación.


Primeramente, les agradezco por la contribución que dan al compromiso de la Iglesia para promover la cultura del encuentro. Y los animo a hacerlo, si es posible, de manera ahora más capilar e incisiva. En efecto, en este desafío cultural son decisivas las bases puestas en los años de la educación primaria de los niños. Las enseñanzas cristianas, ya sea si trabajan en escuelas católicas o escuelas estatales, están llamados a estimular en los alumnos la apertura al otro como rostro, como persona, como hermano y hermana para conocer y respetar, con su historia, con sus virtudes y defectos, riquezas y límites. La apuesta es cooperar a formar jóvenes abiertos e interesados en la realidad que los circunda, capaces di cuidado y de tenrnura – pienso en los matones –, que seamos libres de prejuicio generarilizado según el cual para valer se necesita ser competitivos, agresivos, duros con los demás, especialmente hacia aquellos que son diferentes, extranjeros o aquellos que de alguna forma son vistos como un obstáculo a la propia afirmación. Esta desafortunadamente es un “aire” que a menudo nuestros niños respiran, y el remedio es hacer que puedas respirar un aire diferente, más sano, más humano. Y por esto es muy importante la alianza propuesta con los padres.


Y aquí llegamos al segundo punto, es decir, para la alianza educativa entre la escuela y la familia. Estoy convencido que el pacto educativo está roto; y roto el pacto educativo entre escuela, familia y Estado; es roto, debemos reparalos. Todos sabemos que esta alianza ha estado en crisis desde hace tiempo, y en ciertos casos del todo rota. Una vez hubo mucho esfuerzo recíproco entre los estímulos dados por los profesores y aquellos de los padres. Hoy la situación ha cambiado, pero no podemos estar nostálgicos del pasado. Necesitamos tomar nota de los cambios que han afectado tanto a la familia como a la escuela, y renovar el compromiso por una constructiva colaboración – o sea, reconstruir la alianza y el pacto educativo – por el bien de los niños y de los jóvenes. Y desde el momento que esta sinergia no sucede más de modo “natural”, necesita favorecerla de modo diseñada, también con la aportación de expertos en el campo pedagógico. Pero primero debemos favorecer una nueva “complicidad” – estoy consciente del uso de esta palabra –, una nueva complicidad entre profesores y padres. Primeramente renunciando a pensar como frentes opuestos, culpándose el uno al otro, sino al contrario poniéndose en los zapatos los unos de los otros, comprendiendo las dificultades objetivas encontradas por ambos en la educación, y así creando una mayor solidaridad: complicidad solidaria.


El tercer aspecto que deseo subrayar es la educación ecológica (cfr Enc. Laudato si’, 209-2015). Naturalmente no se trata solo de dar algunas nociones, que deben ser enseñada. Se trata de educar a un estilo de vida basado en la actitud de cuidado para nuestra casa común que es la creación. Un estilo de vida que no sea esquizofrénico, es decir, por ejemplo, se toma el cuidado de los animales en extinción sin ignorar los problemas de los ancianos; o que defienda el bosque amazónico sin descuidar los derechos de los trabajadores y un justo salario, y así sucesivamente. Esta es esquizofrenia. La ecología a la cual educar debe ser integral. Y sobretodo la educacióne debe señalar al sentido de responsabilidad: no a transmitir slogan que otros deberán actuar, sino a suscitar el gusto de experimentar una ética ecológica partiendo de lecciones y gestos de vida cotidiana. Un estilo de comportamiento que en la prerspectiva cristiana encuentra sentido y motivación en la relación con Dios creador y redentor, con Jesucristo centro del cosmos y de la historia, con el Espírito Santo fuente de armonía en la sinfonía de la creación.


Finalmente, queridos hermanos y hermanas, deseo agregar una palabra sobre el valor de ser y hacer asociación. Es un valor que no debe darse por sentado, sino que hay que cultivar siempre, y los momentos institucionales como el Congreso sirven a esto. Los exhorto a renovar la voluntad de ser y hacer asociación en memoria de los principios inspiradories, en la lectura de los signos de los tiempos y con la mirada abierta al horizonte social y cultural. No tengan miedo de las diferencia y también de los conflictos que normalmente existen en las asociaciones laicales; es normal que asi seamos, es normal. No los escondan sino afróntelos con estilo evangélico, en la busca del verdadero bien de la asociación, evalutados sobre la base de los principios estatutarios. El ser una asociación es un valor y es una responsabilidad, que en este momento está confiada a vosotros. Con la ayuda de Dios y de los pastores de la Iglesia, estáis llamados a hacer rendir este talento puesto en vuestras manos.


Gracias. Les agradezco por este encuentro y los bendigo de corazón a vosotros, a toda la asociación y a vuestro trabajo. También vosotros, por favor, recen por mí. 


© Copyright - Libreria Editrice Vaticana