Brazzaville, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 14/05/2018) - La corrupción, la mala administración de
los ingresos petroleros, la falta de diálogo entre la mayoría y la
oposición, un injusto sistema internacional de intercambios económicos y
de financiamiento de la deuda, son las causas de la profunda crisis
política, económica y social en la que vive la República del Congo. Lo
han afirmado los obispos del país en un mensaje publicado al final de su
sesión extraordinaria celebrada en Brazzaville del 8 al 9 de mayo.
Los Obispos dicen que están “profundamente convencidos” de que las
dificultades que han afligido al país durante al menos tres años se
derivan de la reforma de la Constitución, una reforma que la oposición
no quería. De hecho en el mensaje de la Navidad del 2014, como recuerdan
en el documento recibido por la Agencia Fides, los obispos habían
advertido: “En un régimen democrático, nunca se ha visto ninguna reforma
que haya despertado fuertes tensiones y protestas y que haya traído
beneficios para el pueblo, en consecuencia, un cambio de la Constitución
en medio de divisiones pondría en peligro la paz social”.
En 2015, un referéndum constitucional sancionó la adopción de una nueva
Carta Constitucional que permitió al presidente Denis Sassou Nguesso
volver a presentarse a las elecciones del 2016, las cuales ganó a pesar
de las fuertes protestas de la oposición y de una parte de la población.
“¿Qué podemos decir sobre la crisis en el Pool?” se preguntan los
obispos haciendo referencia al Departamento del Sudeste “sacudido desde
1998 regularmente por crisis y conflictos armados” que a pesar de los
numerosos acuerdos de paz y desmovilización de los combatientes,
continúa viviendo en inseguridad y violencia. Los Obispos subrayan que
para resolver la crisis en el Pool es necesario sacar a la luz “sus
causas y consecuencias, pero sobre todo las responsabilidades de unos y
otros”.
En el plano económico, la población se está muriendo de hambre, hasta el
punto de que “en las familias, la única comida diaria que era la norma
parece que es cada vez más un privilegio”. “La caída en el precio del
petróleo no explica todo”, dicen los obispos que se preguntan cómo se
han manejado las enormes ganancias de los años de las 'vacas gordas' y
por qué el estado ha negociado acuerdos de deuda que son tan
desfavorables para las arcas públicas.
Como resultado, los salarios no se pagan, los sistemas de salud y
educación están destrozados, los precios de los alimentos continúan
aumentando, “excepto el de la cerveza que sigue bajando”.
Entre las recomendaciones propuestas por los obispos, existe un diálogo
sincero entre las fuerzas políticas; una auditoría internacional de la
deuda congoleña; la creación de un cuerpo independiente para luchar
contra la corrupción. Y por último, la Conferencia Episcopal lanza un
llamamiento “a los gobiernos de los países del norte, para que ayuden a
los congoleños a recuperar el dinero custodiado con impunidad por
ustedes. Estos fondos podrían servirnos para el desarrollo”.