Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 05/05/2018) – Más de 3 millones y 663 mil ciudadanos
libaneses mañana tendrán que emitir su voto en las elecciones nacionales
destinadas a renovar, después de casi 10 años, la Asamblea
Parlamentaria del país de los cedros. Un acontecimiento importante para
todos los miembros del pueblo libanés, que hasta ahora han logrado con
dificultades mantenerse a flote entre los conflictos sectarios que
afectan a la región. Varias incognitas pesan sobre los nuevos
equilibrios que se crearán en el Parlamento entre las diversas fuerzas
en campo. “Pero sin duda - explica a la Agencia Fides el sacerdote
maronita Rouphael Zgheib, Director Nacional de las Obras Misionales
Pontificias en Líbano - quienquiera que gane las elecciones se
enfrentará a dos emergencias que amenazan con aplastar el país: la de
los refugiados sirios y la crisis económica devastadora, en un país
donde la deuda pública nacional ha alcanzado los 87 millones de
dólares”.
Las últimas elecciones parlamentarias en el Líbano habían tenido lugar
en 2009. El mandato de los miembros del parlamento en el cargo fue
extendido dos veces, oficialmente debido a la inseguridad general que
pesa sobre la región a causa del conflicto en la vecina Siria.
Los libaneses irán a votar con una nueva ley electoral, aprobada por el
Parlamento el pasado junio, que estableció en el
Líbano un sistema proporcional en lugar del mayoritario, en vigor desde
1960. Líbano ha sido dividido en 15 distritos electorales, relativamente
homogéneos en su interior desde el punto de vista confesional. La ley
electoral establece un umbral del 10 por ciento a nivel nacional.
El nuevo sistema electoral no afecta la regla -incluida en los Acuerdos
de Taif, con la cual en 1989 se ratificó el fin de la guerra civil- que
establece que la mitad de los 128 diputados del Parlamento sean
cristianos y la otra mitad esté compuesta por parlamentarios musulmanes -
Shiitas y Sunnis - y Drusos.
Las incógnitas reportadas por los analistas sobre los posibles
resultados de las elecciones se refieren principalmente al partido
sunita “Futuro” - el partido político del primer ministro Saad Hariri -
que podría verse debilitado por el crecimiento de los partidos sunitas
más pequeños, y también por los resultados de los distintos partidos
cristianos. También habrá que considerar cómo evoluciona el equilibrio
interno de poder entre los dos principales partidos políticos chiíes, el
partido de Hezbolá, y el de Amal, al que pertenece, Nabih Berri, quien
ocupa el cargo de Presidente del Parlamento desde hace 28 años. Ninguna
fuerza individual parece destinada a obtener la mayoría. Por tanto
parece que todo será decidido por el juego de las alianzas, que en las
últimas semanas parece acreditar un posible acercamiento entre el
Movimiento Patriótico Libre - el Partido Maronita Cristiano fundado por
el Presidente Michel Aoun - y el Partido “Futuro”.
Aunque sobre las
elecciones también pesa la incógnita de las abstenciones: el complicado
sistema electoral podría aumentar el porcentaje de votantes potenciales
que decidan no acudir a las urnas.
Sobre las elecciones libanesas se reflejan los juegos de fuerza entre
los poderes regionales. En las últimas horas, los teléfonos de muchos
votantes potenciales han recibido mensajes que acusan a Arabia Saudita
de apoyar al Partido “Futuro” con el fin de hacer permanente la
presencia de refugiados sirios sunitas en el territorio libanés, y así
alterar el delicado equilibrio entre los componentes étnico-religiosos
libaneses que también se reflejan en el sistema institucional del país
de los cedros. En lo que se refiere a la emergencia refugiados, el
propio presidente libanés, Michel Aoun, en vísperas de las elecciones
políticas, ha querido hacer saber a su país que encontrará una solución a
la crisis de los refugiados sirios “independientemente de las opiniones
de la ONU y la Unión Europea”, ya que este problema corre el riesgo de
alterar “la estabilidad, la independencia y la soberanía del Líbano”. En
un comunicado de prensa, publicado el viernes 4 de mayo
por su oficina de prensa, el Jefe de Estado libanés pidió que la UE “nos
ayude a repatriar a los refugiados sirios, monitorear su regreso y
asegurar que sea seguro y estable. Y sobre todo, que el gobierno sirio
no obstaculice su retorno seguro a las ciudades y pueblos”.