sábado, 5 de mayo de 2018

El Santuario de She Shan acoge a miles de peregrinos durante el mes mariano

Shanghai, CHINA (Agencia Fides, 05/05/2018) – El santuario mariano chino más famoso, el Santuario de She Shan, en la diócesis de Shanghai (China continental), ha inaugurado el mes mariano con una solemne celebración eucarística. Hoy el Santuario es mundialmente famoso gracias al Papa Benedicto XVI que compuso y difundido su “Oración a Nuestra Señora de She Shan”. En la cima del Santuario hay una estatua de la Virgen que sostiene a su Hijo, “presentándolo al mundo con los brazos abiertos en un gesto de amor” e indicando a los católicos “que deben ser siempre testigos creíbles de este amor, manteniéndose unidos a la roca de Pedro, sobre quien se edifica la Iglesia”.

Según informa el sitio web de la diócesis de Shanghai, consultado por Fides, más de tres mil fieles han participado en la misa de la apertura del mes, el 30 de abril, mientras que el 1 de mayo, una procesión mariana de fieles llegó a la cima de la montaña donde está la basílica dedicada a la Virgen. Decenas de sacerdotes diocesanos y de otras diócesis han concelebrado la Misa, con la participación de numerosos seminaristas, religiosas y fieles.

Todo está listo para recibir a los numerosos peregrinos y devotos que deseen ir al Santuario durante el mes de mayo. La Oficina Diocesana de la peregrinación de She Shan ha publicado una Guía para asegurar el desarrollo sereno de estas peregrinaciones, sabiendo que los católicos chinos tienen una profunda devoción mariana y un afecto especial por la Virgen de She Shan.

En la Guía, se invita a todos los grupos de peregrinación a reservar la hora de la misa tres días antes (con un servicio de reservas en línea), mientras que los grupos de otras diócesis deben estar acompañados por un sacerdote y tener una carta de presentación. Se requiere que todos los peregrinos sigan escrupulosamente las indicaciones de los voluntarios en servicio, para garantizar un flujo ordenado de las peregrinaciones. Todas las indicaciones logísticas pretenden asegurar que “el pueblo de Dios pueda venir con gran devoción y regresar lleno de gracia”.