Kuala Lumpur, MALASIA (Agencia Fides, 11/05/2018) - Por primera vez en su historia, el pueblo
de Malasia ha votado por el cambio en la 14ª vuelta de las elecciones
generales del 9 de mayo. Al día siguiente, a sus 92 años de edad, el
primer ministro Mahathir Mohamad juró su cargo como nuevo presidente.
Líder de la coalición “Pakatan Harapan” (Alianza de la Esperanza),
Mahathir es el jefe de estado más anciano del mundo. Desbancó a la
plataforma política Barisan Nasional (Frente Nacional), que ha gobernado
la nación del sudeste asiático durante seis décadas. De acuerdo con los
resultados oficiales, la oposición obtuvo 121 escaños, uno más de lo
requerido para la mayoría simple, mientras que el Frente obtuvo 79 en un
parlamento de 222 miembros. Mahathir también recibió el apoyo de otros
partidos que garantizan 135 miembros del parlamento a su gobierno.
La coalición liderada por Mahathir, que incluye a cuatro partidos,
consiguió derrotar al saliente primer ministro Najib Razak, que estuvo
involucrado en un gran escándalo de corrupción y que gobernó durante
casi una década. El Departamento de Justicia de Estados Unidos asegura
que en el fondo del “Malaysia Development Bank” unos 4.5 mil millones de
dólares estadounidenses fueron objeto de apropiación indebida por
socios del ex primer ministro Najib Razak entre 2009 y 2014, incluyendo
700 millones dólares que fueron depositados en la cuenta bancaria de
Najib. Mahathir también prometió derogar un impuesto a los bienes y
servicios introducido por Najib, una medida que se desveló muy
impopular.
El voto es importante porque, como señala Khoo Ying Hoi, profesor de
Estudios Internacionales y Estratégicos de la Universidad de Malasia,
“demostró que hemos ido más allá de la política racial”, ya que hasta
ahora la mayoría musulmana malaya había votado en bloque por el Frente
Nacional.
James Sitamin, laico católico de la archidiócesis de Kuala Lumpur,
explica a la Agencia Fides que los resultados de las elecciones crearon
“una sensación de euforia entre la gente, decepcionada por el gobierno
anterior”. El nuevo gobierno “tiene la tarea de fortalecer la economía y
la seguridad social, centrándose en la educación, el empleo y la salud,
especialmente para la clase media”, subraya Sitamin. En la fase pre
electoral, los líderes cristianos de las distintas confesiones presentes
en Malasia difundieron mensajes sobre “votación responsable” y sobre la
protección de la libertad religiosa para todos.
Malasia es una federación de 13 estados y tres territorios federales,
con 31 millones de habitantes. En una sociedad multiétnica y
multirreligiosa, donde los cristianos están presentes en todos los
grupos étnicos. Con el 60% de la población musulmana, el 40% restante se
divide entre budistas, hindúes y cristianos. Estos últimos son una
minoría de alrededor del 9%, la mitad de ellos católicos.