Karachi, PAKISTÁN (Agencia Fides, 05/06/2018) - “El diálogo interreligioso es un compromiso en
el que todos nos debemos implicar. Debe ser una parte integral de
nuestras vidas, especialmente, en un país de mayoría musulmana como es
Pakistán. Karachi es una de las grandes ciudades del mundo, con una
población de entre19 y 21 millones, donde conviven comunidades hindúes y
cristianas. Estamos inmersos en una sociedad verdaderamente multiétnica
y multirreligiosa. También hay bahais, parsis y algunos sijs. Entre los
primeros que vinieron a felicitarme por el nombramiento como cardenal
había un grupo de 15 o 20 líderes de diferentes comunidades religiosas.
Esto es algo muy importante porque con ellos estamos aprendiendo
convivencia y aprecio mutuo”. Son las palabras del nuevo cardenal Joseph
Coutts, arzobispo de Karachi, en una nota enviada a la Agencia Fides .
El cardenal tuvo ocasión de hablar de diálogo interreligioso en Pakistán
con el dominico James Channan, jefe del “Peace center” en Lahore y muy
involucrado con el Instituto de iniciativas de carácter
interconfesional.
Como recoge la Agencia Fides, el cardenal explicó: “Recientemente hemos
visto nacer a algunos grupos extremistas que utilizan la religión para
fomentar la intolerancia. En esta situación, es urgente un diálogo
genuino que, más que un diálogo verbal, sea un diálogo de vida.
Significa aceptarse el uno al otro, aprender a entenderse entre sí, para
trabajar juntos en armonía. Ya el documento del Vaticano II “Nostra
Aetate” abordó la cuestión. Como Iglesia no debemos encerrarnos en
nosotros mismos. Vivimos en el mundo moderno y tenemos que hacerlo con
las demás religiones”.
“Miremos los valores positivos en otras tradiciones. En el diálogo
surgen todos estos elementos. En Karachi también a mí me sorprende
gratamente ver cuántas personas en la sociedad civil, con diferentes
trayectorias, y todos los fieles sienten esta necesidad, son conscientes
y se preocupan por la aparición del terrorismo y la intolerancia
religiosa en Pakistán. Las autoridades civiles también hablan de la
necesidad de promover cada vez más la armonía interreligiosa en la
sociedad”.
El cardenal Coutts concluyó “Creo que el diálogo de la vida es más
importante que el diálogo de palabras. Es urgente trabajar juntos en la
promoción de los valores comunes. En este sentido me gustaría mencionar a
algunas personalidades excepcionales como el musulmán Abdul Sattar
Edhi, que murió hace un par de años, comprometido en la solidaridad
social sin ninguna distinción a causa de la religión, sobre la base del
amor a la humanidad. Otro bello ejemplo es nuestra hermana cristiana
Ruth Pfau, que la trabajó en el apostolado con leprosos. Ambos fueron
grandes modelos de servicio a la humanidad que sufre. Han gozado de gran
estima a los ojos del pueblo y del gobierno. Estos son dos ejemplos de
personas que han construido puentes y derribado los muros de la
discriminación, del odio y de la violencia en Pakistán. Son una
inspiración preciosa para todos nosotros”.