Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 18/06/2018) – Los Obispos de Nicaragua y los miembros de la
Alianza Cívica participantes en la mesa del Diálogo Nacional, dijeron
que estaban "muy satisfechos" con el resultado de las negociaciones
sobre la verdad, la justicia y los derechos humanos con el gobierno de
Daniel Ortega, cuya intransigencia casi fue a descarrilar el dialogo.
Al final de una sesión de trabajo tenso y prolongado, el viernes, 15 de
junio, se acordó crear una comisión para
investigar las matanzas y otras violaciónes de los derechos humanos
cometidos desde el 18 de abril. Por ello, el gobierno ha aceptado la
entrada al país de una nueva misión de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), así como las delegaciones del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Unión Europea. El
gobierno estaba dispuesto a incluir a la Organización de Estados
Americanos (OEA), mientras que Ortega, en una carta dirigida a los
obispos, se negó a aceptar la principal demanda de la población: su
salida inmediata de la escena y elecciones anticipadas.
Nicaragua aún sigue viviendo su peor crisis de las últimas décadas,
mientras que no se detiene la ola de terror que ya ha dejado más de 160
muertos. El clima de desconfianza en las autoridades, a pesar de la mesa
de Diálogo, está aumentando cada vez más. El mismo día Viernes 15, a
sólo dos horas de la aceptación por parte del Gobierno de la Comisión de
Verificación y Seguridad, un conjunto de grupos armados han incendiado
una casa, haciendo a morir en las llamas a toda una familia de cuatro
adultos y dos niños, solo porque se oponían a dar la casa para los
francotiradores. Según los testigos, el grupo estaba formado por la
policía y las fuerzas paramilitares.
La mañana del sábado 16 de junio, la Arquidiócesis de Managua ha enviado
a la Agencia Fides un comunicado de prensa para condenar este horrible
crimen: "Lamentamos en modo particular como pastores el execrable acto
de terror que cobró la vida de seis personas, entre ellos dos menores
inocentes e indefensos, por lo cual expresamos con corazón afligido
nuestros sentimientos de cercanía y solidaridad para con los familiares y
deudos. Instamos a que cesen la violencia y las muertes perpetradas por
quienes cobardemente se ocultan en el anonimato. En el nombre de Dios
les exigimos que pongan fin de inmediato a la matanza contra un pueblo
indefenso."