Tepic, MÉXICO (Agencia Fides, 22/06/2018) – “El 1° de julio viviremos una jornada histórica
de elecciones. Es un proceso electoral muy importante, en el que los
ciudadanos tendrán la oportunidad de elegir a nuestros futuros
gobernantes en diferentes ámbitos: Presidente de la República,
Senadores, Diputados, Gobernadores y Presidentes de Municipios en
algunos Estados. El futuro del país está en vuestras manos. Para ello
los invito a ejercer vuestra soberanía con responsabilidad e
inteligencia”. Son las palabras del obispo de Tepic, monseñor Luis
Artemio Flores Calzada, en una carta dirigida a todos los ciudadanos
mexicanos en edad de votar, invitándoles a ejercer su derecho al voto de
una manera “libre, personal, secreta”.
En la carta, enviada a la Agencia Fides, el obispo reconoce que “hay un
desencanto hacia la política mexicana, por lo que es muy importante que
entre todos volvamos a dar a la política su dignidad y que los
candidatos electos hagan lo mismo”. Recuerda además la importancia de
“elegir a buenos gobernantes, de conocer bien a los candidatos y de no
dejarse influenciar por nada o por nadie, ni mucho menos por las
encuestas”.
“Un político auténtico, subraya el obispo, es el que busca el bien de
todos: el bien de cada persona y el bien común; respeta la dignidad de
la persona y sus derechos fundamentales, como la vida desde el seno
materno hasta la muerte natural, una vida digna en la que no se excluya a
ningún ciudadano de los bienes básicos para su desarrollo tales como la
alimentación, el trabajo, la vivienda, la salud, la educación. El
derecho a la libertad religiosa también es importante”. Entre otras
características del político enumeradas por monseñor Flores Calzada se
encuentra también la capacidad de saber escuchar a las personas y de
hacerlas partícipes en la promoción del desarrollo humano, el saber unir
a los ciudadanos y no dividirlos e integrar a todas las fuerzas y a
todos los ciudadanos. “En resumen, debe amar a las personas y buscar su
bien, no sus propios intereses, y rodearse de personas honestas y
preparadas que devuelvan a la política su dignidad”.
El obispo destaca cómo México, en concreto los estados de Nayarit y
Jalisco donde se encuentra la diócesis de Tepic, “han sido golpeados por
la violencia, los secuestros, el tráfico de droga, la impunidad, la
corrupción y el feminicidio”. Muchos viven en la pobreza sin tener el
mínimo para comer, una casa decente, un salario digno o seguridad
social. Los migrantes son maltratados y despojados de todo. “Son
desafíos que deben conducirnos a trabajar todos juntos: gobierno,
sociedad civil e Iglesia para erradicar estos males y buscar una vida
decente para todos”, destaca el obispo.
Pese a estos aspectos preocupantes, monseñor Flores Calzada subraya:
“nosotros, los mexicanos, tenemos una gran riqueza cultural heredada de
los pueblos indígenas pero, sobre todo, la gran riqueza que tenemos son
los jóvenes. Debemos darlos la oportunidad de participar en la
construcción de un México más fraterno, justo, solidario y pacífico”. El
futuro gobierno se ha de comprometer a promover políticas en favor de
la familia, que “es la institución más importante en la educación de los
ciudadanos y de los cristianos”, donde se aprende a vivir “los valores
de la paz, de la justicia, de la solidaridad y del amor que tanto
necesita México”. Es necesaria también “una educación de calidad para
todos los mexicanos”, valorando y estimulando a los profesores, la
promoción de los centros sanitarios para todos así como un cuidado
especial por la creación, nuestra casa común, como dice el Papa
Francisco.
“Para erradicar la pobreza, -continua-, el mejor instrumento es la
creación de empleo con salarios justos para todos los sectores de la
sociedad: campesinos, pescadores, profesores, funcionarios y también
empleados para que sepan crear fuentes de trabajo con responsabilidad
social, buscando el bien de los trabajadores y de la comunidad”.
Monseñor Flores Calzada concluye su carta invitando a la unidad y a la
paz, junto a los que sean elegidos, porque “unidos podemos construir un
México próspero, de paz y de justicia”, e invita a los creyentes a rezar
“para que Dios nos ilumine y a elegir correctamente a nuestros
gobernantes”.