Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides, 06/06/2018) - “Tailandia se prepara para las elecciones,
anunciadas por el Primer Ministro para febrero de 2019, pero la gente ya
no cree en los anuncios, dados los continuos aplazamientos de la junta
militar en el poder. La Iglesia Católica, al principio, de alguna manera
había apreciado la pacificación social. Pero ahora apoya las elecciones
democráticas porque son necesarias para nuestro futuro. Los jóvenes son
la fuerza motriz hoy en día que exige la democracia y la libertad. Son
valientes y se han manifestado públicamente. Necesitamos una nueva
esperanza”, asegura en una entrevista con la Agencia Fides, el padre
Peter Watchasin, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias
en Tailandia, al comentar la situación social y política en el país.
El Director señala: “Todo en el país está bajo control. Hablamos de
dictadura silenciosa. Hace dos años parecía haber cierto alivio en la
gente porque la junta militar, asumiendo el poder, había puesto fin al
fuerte conflicto social entre los camisas rojas y los camisas amarillas.
La acción del gobierno era vista como un paso hacia la reconciliación, y
todavía el gobierno asegura que quiere mantener la paz social. Pero hoy
en día, especialmente los jóvenes y los estudiantes, cunde la
insatisfacción por la censura de las libertades y la opresión que notan.
La gente de hoy, en lugar de salir a la calle, escribe en las redes
sociales y esto también es un cambio cultural. El gobierno también
ejerce control sobre las redes sociales. El problema central es el de
las libertades: incluso si escribes en estos foros puedes ser
encarcelado”.
Sobre las perspectivas de futuro, padre Watchasin señala: “Hoy la
situación económica del país está en un punto delicado, en parte debido a
las políticas del gobierno. Otro gran problema es la corrupción. Un
tercer elemento de preocupación es la concentración de la riqueza en dos
o tres clanes familiares en todo el país. Tailandia ahora está
preparada para regresar a la democracia. Este deseo ha madurado. ¿Pero
los militares dejarán el poder? Esta es la gran pregunta”.