Masaya, NICARAGUA (Agencia Fides, 04/06/2018) – "El sábado un joven fue ejecutado, esta es la
palabra correcta, porque fue arrestado, estaba indefenso, pero una mujer
policía le disparó en el pecho, el joven le dijo: si tienes la
intención de matarme, mátame! y la mujer policía lo ejecutó, cayó ante
la parroquia de San Miguel ", dijo el padre Edwin Román, párroco de la
iglesia de San Miguel en Masaya. El párroco, junto con la Asociación
Nicaragüense de Derechos Humanos logró la liberación de 21 residentes
que habían sido arrestados y encarcelados en la estación de policía de
Masaya durante las horas de la mañana del mismo sábado.
Los nuevos enfrentamientos entre las fuerzas militares del gobierno
contra los manifestantes en el centro de la ciudad de Masaya generaron
cinco muertes el sábado pasado, según lo confirmado por la Asociación a
Fides.
El padre Román explicó que "toda la ciudad de Masaya estaba organizada
para manifestar y así en el centro de la ciudad se erigieron barricadas,
nadie durmió en Masaya y los ataques comenzaron el sábado por la mañana
a las seis en punto en el parque San Miguel (donde está la iglesia,
ndr) Estábamos rodeados por la policía antidisturbios, hubieron dos
muertos".
Dentro de la iglesia de San Miguel se curaba a los heridos, dijo el
sacerdote y agregó que "no cerramos las puertas, debemos ayudar a la
población civil, ayudar a estas personas, incluso con el mínimo de
darles agua". Son ocho los jóvenes paramédicos que atienden a los
heridos". El sacerdote afirma que la violencia fue generada por las
autoridades policiales: "Los ciudadanos protestaron civil y
pacíficamente sin armas y hay un uso excesivo de la fuerza policial",
dijo.
Al mismo tiempo, en otra parte del país se han visto escenas similares:
los residentes de Diriá, en Granada, han dejado sus hogares para
defender el templo de la Iglesia Católica y al párroco, el padre Mario
Jarquín, atacado por un grupo armado de seguidores d 'Ortega (Turbas
sandinistas), después de que sonaron las campanas del templo en señal de
advertencia y protesta contra la agresión contra dos jóvenes.
Nicaragua vive desde casi dos meses una crisis socio-política, la más
sangrienta desde los años 80, que está dejando más de 100 muertos y
cerca de un millar de heridos, según cifras del Centro de Derechos
Humanos de Nicaragua (CENIDH). Las protestas contra el gobierno de
Daniel Ortega comenzaron en abril por las reformas fallidas de la
seguridad social y que se han acentuado a causa de los homicidios de los
jóvenes durante las manifestaciones. La Conferencia Episcopal, mediadora y testigo, para el
diálogo ha tenido que interrumpir su participación en las sesiones de
diálogo, debido a la violencia de las fuerzas gubernamentales.
Ayer, el Papa Francisco expresó su pesar por los actos violentos que
están teniendo lugar en Nicaragua tras la crisis sociopolítica y pidió
una reanudación del diálogo, el respeto por la libertad y la vida del
pueblo. El Papa argentino hizo estas reflexiones momentos después del
rezo del Ángelus el domingo, desde la ventana del Palacio Apostólico en
el Vaticano y frente a miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro
que asistieron para escucharlo.
Estas son las palabras del Papa: "Me uno a mis hermanos obispos de
Nicaragua en la expresión de dolor por la violencia grave, con muertos y
heridos, llevada a cabo por grupos armados para reprimir las protestas
sociales. Rezo por las víctimas y sus familias. La Iglesia siempre está a
favor del diálogo, pero esto requiere un compromiso activo para
respetar la libertad y, sobre todo, la vida. Rezo para que toda la
violencia cese y se aseguren las condiciones para la reanudación del
diálogo lo antes posible".