Douala, CAMERÚN (Agencia Fides, 02/08/2018) - Enseñar a cultivar plátanos para promover
proyectos de microempresas, pero también para salvar a las propias
plantas de la extinción. Este es el proyecto que han lanzado en Douala
los jesuitas de Camerún. Una iniciativa que tiene un doble valor,
formativo y ecológico, en un contexto no siempre fácil como el del país
africano.
En Camerún más de tres millones de niños y niñas no alcanzan el nivel
mínimo de educación básica. El 70% de las niñas son analfabetas. Este
fenómeno es particularmente notable en las regiones del norte, donde más
de un millón de niñas, de entre 10 y 19 años, no saben leer ni escribir
(31,9% de las niñas en la región).
Para hacer frente a esta situación, la Oficina de Desarrollo Jesuita de
África Occidental ha decidido enseñar a estos jóvenes técnicas agrícolas
que pueden ser útiles como base para la construcción de proyectos
microempresariales. Los jesuitas han organizado un curso para cultivar
plátanos a través del método Pif, que es el cultivo de plantas a partir
de fragmentos de tallo. Es un sistema de propagación de banano muy
eficiente desarrollado durante años. Esta técnica tiene la ventaja de
poder ser realizada por productores locales, que usan materiales
vegetales a los que tienen fácil acceso a bajo coste. El rendimiento es
excelente. Es posible producir entre 10 y 30 plantas a partir de un
único tallo. Los plátanos obtenidos son plantas fuertes y saludables.
El curso de los jesuitas está dividido en dos sesiones. La primera está
dedicada a la teoría. La segunda parte está dedicada a la práctica. Se
trata de hacer germinar las plantas, un proceso que se puede llevar a
cabo con brotes especiales o en recipientes comunes, como las cestas.
Algunos estudiantes ya han comenzado a poner en práctica lo que han
aprendido.
“Esta nueva técnica, - explica Robert, uno de los estudiantes -, es
sencilla, barata y rápida. Tengo una pequeña parcela de tierra y quiero
plantar al menos cuatro mil plantas. Si mi proyecto tiene éxito podría
convertirse en un buen negocio”.
La técnica también podría tener importantes repercusiones en la
supervivencia del banano, que corre el riesgo de extinguirse. La voz de
alarma la lanzaron a finales de 2017, y de nuevo en junio de 2018,
varias organizaciones medioambientales. Hay un hongo estaría destruyendo
plantaciones enteras en América Latina y Asia. Poder reproducir plantas
en lugares seguros podría, por tanto, dar un futuro a los plátanos, al
menos en África.