Astaná, KAZAJISTÁN (Agencia Fides, 02/08/2018) – Tolerancia religiosa, desarme nuclear y
sostenibilidad ambiental son los tres pilares que han dado forma a la
estrategia socioeconómica implementada por el presidente de Kazajistán,
Nursultán Nazarbáyev, y que hoy se evidencian en la ciudad de Astaná.
Así lo explica a Fides Giannicola Saldutti, editor de InTerris e
investigador asociado del Instituto de Altos Estudios en Geopolítica y
Ciencias Auxiliares (ISAG), quien regresó a Italia después de pasar un
período en la capital de Kazajstán, con motivo del 20 º aniversario de
la fundación de dicha ciudad.
Astaná, que celebró su aniversario el pasado 6 de julio, "fue diseñada
para lanzar la imagen de un nuevo país, deseoso de dejar su sello y de
desempeñar un rol estratégico en el juego geopolítico contemporáneo. Así
lo reflejan los principios urbanísticos y la simbología de la ciudad:
el Palacio de la Paz y de la Reconciliación simboliza la coexistencia de
los numerosos cultos y de las etnias que conforman el mosaico kazajo
(…) Por otra parte, la sostenibilidad ambiental y la desnuclearización
del país eran necesarias, teniendo en cuenta los daños sufridos por
Kazajistán durante la era soviética. Así, el polígono nuclear de
Semipalatinsk fue cerrado en 1991, cuando el país renunció a la
producción de energía atómica", explica Saldutti.
Una semana entera de eventos tuvo lugar para celebrar el 20º
aniversario. Hubo un gran concierto al aire libre en el Museo Nacional,
seguido de un espectáculo pirotécnico y de juegos de luces con los
colores de la bandera (dorado y celeste). La ciudad fue también
anfitriona de dos eventos importantes para el continente asiático: el
‘Foro de alcaldes de las ciudades en la ruta de la seda” y la
inauguración del Astana International Financial Center, concebido en
colaboración con Shanghai Stock Exchange y Nasdaq, el cual aspira a
convertirse en el principal centro financiero de Asia Central, así como
un referencia en materia de finanzas islámicas".
"Hoy Astaná es una ‘catedral en el desierto’ en el verdadero sentido de
la palabra. Te sientes protegido en una burbuja tecnológica de cristal,
pero al subir al mirador del Bayterek, con otro punto de vista se
descubre, con asombro, la empresa titánica de Kazajistán: construir
desde cero una verdadera capital en el medio de la estepa, algo que,
visto con los propios ojos, resulta increíble", revela el estudioso.
Con su horizonte moderno y las características de ciudad inteligente,
Astaná es candidata a ser el principal puente entre Oriente y Occidente:
"En este momento se impone como el mayor centro de inversiones y
proyectos en Asia Central. En la ciudad es palpable una fuerte presencia
de inversiones, especialmente en el sector de la construcción,
provenientes principalmente de China y de Corea del sur (...) Astaná
encuentra su sentido en su nombre (en Kazajo significa "capital"): La
ciudad fue pensada para dar lugar, desde un punto de vista simbólico
primero y después sustancial, a un proceso de construcción del país, lo
que con la crisis de los años 90, era un posibilidad remota. La antigua
capital Almaty tenía una atmósfera muy soviética, mientras que las
ambiciones de kazajo necesitaban un lugar nuevo, simbólico, en el centro
de Eurasia, para ofrecer una nueva imagen.
Nursultan Nazarbaev declaró recientemente que la efectiva independencia
de Kazajistán ocurrió justo cuando Astaná fue presentada a la comunidad
internacional como la nueva capital. “Es razonable pensar que el futuro
de esta ciudad será sin duda el futuro de todo el país”, concluye
Saldutti.
Este mes de octubre, la capital de Kazajstán será la sede del VI
Congreso de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales,
reunidos bajo el lema "Líderes religiosos por un mundo seguro". En
junio, Nazarbayev invitó al Papa a participar en la iniciativa, a través
de una carta entregada al Vaticano por el presidente del senado Kasym
Zhomart Takayev, y recibida por el Secretario de Estado, cardenal Pietro
Parolin.