Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 19/05/2020) - “La pandemia ha desafiado a la misión
en su propia naturaleza: la misión de hecho implica el envío, salir a
conocer a tu vecino. Sin embargo, en este momento, ante esta situación
de aislamiento, en casi todos los estratos sociales existe la
posibilidad de promover la evangelización a través de los medios de
comunicación y, sobre todo, de las redes sociales. Después de todo, el
objetivo siempre es transmitir la vida de Dios". Así lo declara el p.
Antonio de Jesùs Mascorro Tristàn, MG, Director Nacional de las Obras
Misionales Pontificias (OMP) en México, en una conversación con la
Agencia Fides compartiendo su experiencia misionera en este período de
emergencia sanitaria.
“También es una oportunidad – continúa el director -, para fortalecer
nuestros lazos como comunidad, para ser reflejo de la misericordia de
Dios y practicar la caridad hacia los demás sin distinguir la
nacionalidad o el credo. En muchos se ha despertado el deseo de ayudar
según la propia situación, en otros ha revelado la apatía que lleva a
pensar que mis necesidades son mayores que las de los demás, olvidando
poner en circulación los talentos que el Señor nos ha dado".
La Iglesia mexicana ha adoptado algunas iniciativas particulares durante
este período, como la campaña "Familias sin hambre" promovida por la
Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Caritas) y el Protocolo para
el cuidado espiritual de los fieles durante la contingencia sanitaria
de Covid-19 publicado por la Conferencia Episcopal. “En las OMP en
México, la Eucaristía se celebra diariamente, rezando por los enfermos y
los difuntos - explica el p. Antonio de Jesùs -. A través de un número
de teléfono y Facebook, las personas pueden enviar sus solicitudes de
oración y compartirlas durante la misa. Además, se envía una oración
diaria a los miembros de la Infancia y Adolescencia Misionera para que
la recen con su familia. Esta oración se publica a través de plataformas
digitales y redes sociales, llegando a los niños y adolescentes no solo
de México sino de todas las Américas".
Entre las experiencias concretas que resaltan el vínculo entre
evangelización y caridad, el Director Nacional de las OMP cita el
trabajo de algunos sacerdotes que llevan la Eucaristía y el sacramento
de la Reconciliación a los enfermos, rezan con ellos y les ofrecen
consuelo. Muchos médicos, enfermeras y personal sanitario que son
creyentes, además de tener realizar su responsabilidad como empleados,
se entregan a los demás con amor, prolongando los turnos de su servicio
más de lo debido, sabiendo que con su testimonio están evangelizando.
También se realizan varias iniciativas juveniles como explica el p.
Antonio de Jesùs Mascorro Tristán: por ejemplo, la realización de
transmisiones en vivo y/o grabaciones con reflexiones sobre el Triduo
Pascual y otros temas que luego se envían a los lugares de misión
durante la Semana Santa. Durante la octava de Pascua, han surgido otras
iniciativas de acompañamiento y formación misionera siempre a través de
las redes sociales, para que los jóvenes permanezcan activos y ayuden a
otros a tomar conciencia de la misión de la Iglesia. Otras acciones
concretas son rezar el Santo Rosario con los propios familiares, fuera
de los hospitales, recolectar alimentos para familias necesitadas,
apoyar los comedores y dispensarios públicos, etc.
“Con respecto al fondo de emergencia de las OMP abierto por el Papa
FRANCISCO, realizamos una invitación a través de nuestras redes sociales
y el sitio web oficial de las OMP - subraya el p. Antonio de Jesùs
Mascorro Tristàn -, poniendo a disposición una de nuestras cuentas
bancarias, pero la respuesta ha sido escasa. Debemos considerar la
situación de muchos contagiados, la pérdida de empleos, el aumento de la
pobreza y la situación de varias diócesis, que están haciendo colectas
para apoyar a los más necesitados”.