Tashkent, UZBEKISTÁN (Agencia Fides, 29/05/2020) - "El bloqueo ha parado el procedimiento para
construir y registrar una nueva parroquia en la ciudad de Angren. A
principios de año habíamos comenzado a recopilar los documentos
necesarios para la apertura oficial de una nueva iglesia y una nueva
unidad pastoral, pero todo se detuvo debido a la pandemia, porque las
oficinas administrativas están cerradas. Volveremos a trabajar lo antes
posible. En Uzbekistán, la cuarentena durará al menos hasta el 1° de
junio. Los lugares de culto están cerrados y por ahora no hay noticias
sobre la reapertura, porque, aunque el número de infecciones por
coronavirus no es muy alto, continúan a producirse algunos casos nuevos
todos los días. Ciertamente, todo esto implica dificultades, pero
tratemos de ser pacientes. En este momento, estamos intensificando la
oración para que Dios pueda ayudarnos a detener la epidemia en todo el
mundo". Así lo refiere a la Agencia Fides el administrador apostólico de
Uzbekistán, el padre franciscano Jerzy Maculewicz.
Sin embargo, el distanciamiento social no ha ralentizado el ferviente
diálogo interreligioso que caracteriza al país de Asia Central: “A
través del chat de Telegram que nos mantiene en contacto con los líderes
religiosos, el pasado 14 de mayo pedí a todos que se unieran a la
jornada de oración interreligiosa promovida por el Alto Comité para la
Fraternidad Humana. Nosotros los católicos hemos organizado la
exposición del Santísimo Sacramento, en la que muchos participaron desde
casa gracias a internet". De hecho, al comienzo de la pandemia, el p.
Maculewicz pidió a los sacerdotes más jóvenes que buscaran medios
tecnológicos para mantenerse en contacto con los fieles durante el
tiempo de aislamiento: “Compramos una cámara de video para garantizar
una buena calidad de la filmación. Transmitimos misas, momentos de
oración y reuniones bíblicas en plataformas en línea. Las celebraciones
se llevan a cabo a puerta cerrada en Tashkent, pero nos complace saber
que,
gracias a la tecnología, los fieles de otras ciudades también
participan".
El misionero explica que en el país de Asia Central el número de
contagios es de aproximadamente 3 mil unidades, mientras que la
reapertura sigue pasos graduales: durante algunos días, algunas fábricas
y empresas de construcción han reanudado sus actividades, mientras que
las escuelas, universidades, transporte público, bares y restaurantes
aún están cerrados. El derecho a la educación está garantizado en
modalidad remoto, gracias a Internet. Aquellos que no están equipados
con computadoras, usan el teléfono inteligente o pueden seguir las
clases retransmitidas por una estación de televisión nacional.
Actualmente, la pequeña comunidad católica uzbeka, compuesta por unos
3.000 bautizados, tiene un total de 5 parroquias en todo el país: para
los aproximadamente 700 fieles de Tashkent, hay otros presentes entre
Samarcanda, Bukhara, Urgench y Fergana. En Angren, donde se construirá
la nueva iglesia, hay 25 fieles.
De 30 millones de habitantes, la población uzbeka es al 90% musulmana.
Alrededor del 3.5% son de fe cristiana ortodoxa rusa, mientras que otro
3% incluye pequeñas comunidades cristianas de otras confesiones,
incluidos los católicos.