Rabat, MARRUECOS (Agencia Fides, 25/05/2020) – El Fondo de Emergencia Covid-19 establecido por
las Obras Misionales Pontificias garantiza el apoyo necesario para el
sustento de la comunidad de las Clarisas del monasterio de Nuestra
Señora de Guadalupe en Casablanca (archidiócesis de Rabat), cuya
subsistencia se ha visto gravemente afectada por el bloqueo causado por
la pandemia de coronavirus. Lo refiere a la Agencia Fides el padre
Simeón Stachera ofm, Director Nacional de las Obras Misionales
Pontificias de Marruecos.
La comunidad de cinco Clarisas de Casablanca, de origen mexicano, se ha
mantenido durante mucho tiempo en medio de muchas dificultades, gracias a
la producción de hostias para las celebraciones eucarísticas y de
productos alimenticios (mermeladas, rústicos, tortillas) comercializados
en la red de restaurantes. La cuarentena debido a la pandemia ha
causado la suspensión de estas pequeñas iniciativas destinadas a
garantizar la autosuficiencia económica del monasterio: las liturgias
eucarísticas coram populo están suspendidas (por lo que no hay consumo
de hostias) y los restaurantes también están cerrados. En el monasterio
también trabaja un empleado como factótum al que se le paga un salario, y
los gastos de vida ordinarios de la comunidad, como el consumo de
electricidad, deben ser pagados.
La cantidad solicitada al Fondo de emergencia Covid de las Obras
Misionales Pontificias es tres veces la suma mensual es garantizada al
monasterio a través de estas pequeñas actividades económicas antes de la
crisis pandémica, y contribuirá al sustento de la comunidad de las
Clarisas en estos tiempos difíciles.
En la carta solicitando apoyo económico para el monasterio de
Casablanca, el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat,
señala que ha instado a los sacerdotes y las comunidades religiosas de
su arquidiócesis a unirse generosamente a la campaña de donaciones para
el Fondo de emergencia Covid instituido en las Obras Misionales
Pontificias, e informa que el fruto de esta campaña ha sido el envío de
generosas donaciones de las comunidades católicas de la arquidiócesis de
Rabat y Tánger a este Fondo.