Quito, ECUADOR (Agencia Fides, 23/05/2020) - Los obispos ecuatorianos han denunciado que "es
un delito muy grave" aprovechar esta dolorosa situación para
enriquecerse de manera fraudulenta. En una declaración titulada "Crisis y
esperanza", los obispos subrayan que "la grave crisis de salud ha
puesto de relieve los defectos endémicos del estado que nunca se han
abordado de manera clara y decisiva".
El mensaje de los obispos se publicó antes del inicio de una nueva fase
de apertura, siguiendo las severas restricciones adoptadas para combatir
la pandemia de Covid-19. Una segunda fase, indicada con un semáforo
amarillo, permite la apertura de las iglesias para la oración personal y
el sacramento de la reconciliación.
Una nueva fase de "esperanza y reunión" que, sin embargo, para los
obispos, ha dejado un "rastro de dolor e incertidumbre" debido a la
grave crisis de salud, económica, social y ética que está experimentando
la nación y que "ha descubierto fallas endémicas que nunca han sido
abordados de manera clara y decisiva "por un estado, que hoy está" en
deuda e incapaz de cumplir con sus obligaciones de salud, educación,
trabajo y seguridad ".
En este contexto de fragilidad y desconfianza, la Iglesia ecuatoriana
insta a todos los actores sociales, políticos y económicos a enfrentar
el presente con "decisión y transparencia en la búsqueda del bien común"
y asumir sus responsabilidades de una "manera clara, consensuada y
ética". Dejando de lado los intereses personales o del partido.
Después de reiterar el agradecimiento a todos los trabajadores de la
salud y a todos los que han hecho un compromiso valiente y sacrificado
para ayudar a las personas más afectadas por la emergencia, el
Episcopado invita a todos los ciudadanos a emprender esta nueva etapa
con "seriedad y prudencia". y responsabilidad "en cumplimiento de las
medidas preventivas que han sido fundamentales para" doblar la curva de
contagio".
Ecuador registra 36,000 casos y 3,060 muertes por Covid-19.