Chiang Mai, TAILANDIA (Agencia Fides, 26/05/2020) - Muchas parroquias de la archidiócesis de
Bangkok, Tailandia están en primera línea ayudando y asistiendo a los
pobres, gravemente afectados por los efectos sociales y económicos de la
pandemia. La Iglesia dedicada a Nuestra Señora de Fátima, en la zona de
Din Deng, en Bangkok, ha activado un servicio especial para la
distribución de alimentos. "Quien quiere donar para otros, trae ayuda
alimentaria, mientras que quién la necesita puede tomarla libremente",
explica a Fides el padre Daniele Mazza, misionero del PIME en Bangkok.
“El gobierno está dando ayudas como arroz y pequeñas cantidades de
dinero a familias necesitadas, pero las necesidades son muchas. Como
Iglesia, estamos tratando de ofrecer apoyo para el sustento de las
familias pobres", continúa. El sacerdote, explica que un grupo de
jóvenes de la parroquia ha preparado y puesto en marcha esta iniciativa,
que se basa en el auténtico espíritu de la caridad y del
compartir, porque dan a todos la oportunidad de donar, y al mismo tiempo
ofrece a cualquiera la oportunidad de llevarse comida en cualquier
momento. La sala para este servicio se encuentra frente a la Iglesia y
está abierta a todas las personas, independientemente de su religión o
credo.
En Tailandia, la situación de propagación de Covid-19 no es tan
generalizada y grave como en otros países. Sin embargo, los efectos
sociales y económicos se sienten igualmente: "Dado el bloqueo del
turismo, hay muchas personas sin trabajo y grandes sectores de la
población están preocupados", dice el padre Mazza.
En cumplimiento de las normas establecidas por el gobierno, la Iglesia
tailandesa tuvo que suspender todas las misas y otras actividades
religiosas públicas durante un período determinado. “Continuamos
celebrando retransmisiones en vivo y otras oraciones como el rosario y
el Vía Crucis. Todos los domingos también tenemos un rosario con la
comunidad de habla inglesa a través de Zoom, en el que participan entre
40 y 50 familias", dice el misionero.
“Tendremos que tener cuidado, por algún tiempo, en cada reunión. Creo
que esta experiencia nos ha enseñado cómo nos sentimos lejos de la
Eucaristía y ha aumentado la sed de los sacramentos", continúa el padre
Mazza, recordando que "la pandemia nos enseña a no dar nada por sentado,
a encontrar tiempo para el Señor y rezar juntos como una familia".
La comunidad católica representa el 0,58% de la población tailandesa,
con unos 390 mil fieles y 524 iglesias, 436 parroquias y 662 sacerdotes,
según los datos proporcionados a Fides por la Oficina de Comunicaciones
Sociales de la Iglesia tailandesa. El país tiene una población de 69
millones, en su mayoría budistas.