Port Moresby, PAPUA NUEVA GUINEA (Agencia Fides, 26/05/2020) - La fiesta de Santa Maria Auxiliadora ha
sido la ocasión para encomendar Papua Nueva Guinea al Señor y colocarla
bajo el manto amoroso de la Madre de Dios, en este momento difícil de
pandemia: así lo dicen a la Agencia Fides los sacerdotes, religiosos,
religiosas y laicos de la Familia Salesiana que se reunieron ayer, 25 de
mayo, para celebrar la fiesta de su patrona, un día después del Domingo
de la Ascensión. Gracias a que en la nación las medidas para
contrarrestar el Covid-19 se han aligerado, el arzobispo Kurian Mathew
Vayalunkal, el nuncio apostólico para Papua Nueva Guinea y las Islas
Salomón, el obispo de Vanimo y el obispo Francis Meli pudieron
participar en la celebración.
Después de una novena celebrada en muchas iglesias, parroquias y
comunidades locales, la Familia Salesiana - informa a Fides Fr. Ambrose
Pereira, de la Oficina de Comunicaciones Sociales de la Iglesia local -,
tuvo la oportunidad de reunirse, rezar, compartir, en un espíritu de
proximidad, amistad y caridad fraterna.
El Nuncio Apostólico dio las gracias a la Familia Salesiana, reunida
para la fiesta, recordando los 40 años de presencia salesiana en Papua
Nueva Guinea y la valiosa contribución ofrecida en el campo de la
educación técnica y profesional a los jóvenes del país. El nuncio
recordó al p. Valeriano Barbero sdb, misionero pionero que comenzó a
trabajar con el primer instituto en Araimiri. El Arzobispo concluyó
poniendo este servicio y esta preciosa misión bajo la protección de la
Virgen María, invitando a los salesianos a estar "siempre listos para
llevar a cabo la misión de servicio y cercanía a los necesitados".