Kara, TOGO (Agencia Fides, 19/05/2020) - "La situación de las iglesias cerradas ha
sumergido a muchos cristianos africanos en la triste y dolorosa
experiencia de la tumba sellada, un símbolo de desesperación y fracaso",
escribe el p. Donald Zagore, SMA a Fides. Las iglesias se están
abriendo gradualmente y, a pesar de la presencia aún activa del virus
asesino, los cristianos viven en la inmensa alegría de la tumba abierta,
un signo de resurrección y victoria".
En el mensaje enviado a Fides, el p. Zagore, teólogo marfileño de la
Sociedad para las Misiones Africanas, explica que el “Covid-19 todavía
está presente, pero la creencia de todos los cristianos de que será
derrotado prevalece contra cualquier angustia motivada por la realidad
actual. Para los cristianos, el mal, independientemente de su
virulencia, nunca tendrá la última palabra. El triunfo sobre el mal es
una garantía. Prevalece la certeza de que Dios, que hace todas las cosas
nuevas (Apocalipsis 21:5) ahora se convierte en el proyecto de vida, la
fuente viva de toda esperanza cristiana".
El p. Zagore insta a "no hundirse en la indiferencia y la
irresponsabilidad". Con estos conceptos en mente, el sacerdote marfileño
nos invita a insistir en el cumplimiento de las medidas preventivas
establecidas contra el Covid-19 en las iglesias como un imperativo
fundamental y vital: “Dios da la victoria, pero la acción y la
responsabilidad humanas son necesarias. Como dice San Agustín, Dios nos
creó sin nosotros, pero no puede salvarnos sin nosotros".
“La resurrección no aniquila completamente el mal - concluye el p.
Zagore -, pero libera una luz de esperanza que atraviesa las nubes de
angustia para abrir una nueva era. Con la resurrección, ya no estamos
obligados a quedar atrapados en un destino fatal que solo confirmaría lo
absurdo del momento presente".