Kara, TOGO (Agencia Fides, 23/05/2020) - “A los arquetipos misioneros esenciales para la
actividad misionera en el siglo XX, que exhortan a la búsqueda de
justicia, liberación, inculturación, contextualización, se suma el tema
del cuidado de la creación como una parte importante de la actividad
misionera de la Iglesia en el siglo XXI". Lo escribe a la Agencia Fides
el p. Donald Zagore, teólogo de la Sociedad para las Misiones Africanas,
al final de la Semana Laudato Si', convocada por el Papa Francisco en
el quinto aniversario de su Encíclica sobre el cuidado de la casa común.
La iniciativa finalizará mañana, 24 de mayo, con una jornada mundial de
oración.
“Es imposible pensar en la actividad misionera de la Iglesia fuera de la
esfera ecológica - continúa Zagore -. El objetivo de esta orientación
misionera es hacer que las personas sean conscientes de que el
compromiso con los pobres y marginados, la piedra angular de la acción
misionera en los últimos años, bajo los auspicios de ‘Vox victimarum vox
Dei’, no debe hacerse sin un decisivo y profético compromiso por la
tierra, que hoy es la más pobre de los pobres, la más marginada de los
marginados".
“El principio de la misión como compromiso con la protección de la
Creación es fundamentalmente transmitir sobre todo nuestra dinámica
política, económica, cultural, social, eclesial, el grito de la tierra,
nuestra casa común, que es un grito de sufrimiento y agonía. En esta
dinámica misionera, - destaca el teólogo marfileño - debemos evitar lo
que ha sido la tentación de todos los tiempos, que solo presentaría la
salvación de la tierra como un prisma de una auténtica conversión
ecológica del hombre".
En la nota enviada a Fides, el misionero declara que "si la conversión
ecológica del hombre es necesaria para materializar este desafío, sin
embargo, no es exclusiva, porque ningún hombre puede traer la verdadera
salvación. La salvación exclusiva viene del Cristo resucitado. La
salvación en Cristo es ciertamente una salvación encarnada en el
contexto de la realidad humana de hoy, pero que siempre se mueve hacia
un mundo de plenitud. En esta dinámica misionera, siempre debemos
mantener el vínculo entre el compromiso en las estructuras seculares y
la escatología cristiana para evitar realizar una acción misionera que
sea completamente erradicada y reducida a un simple proyecto humano de
transformación socio-ecológica".
Zagore concluye con la convicción de que "una de las contribuciones
importantes del pontificado del Papa Francisco a la vida de la Iglesia
habrá sido hacer del tema del cuidado de la casa común uno de los
paradigmas importantes para la actividad misionera de la Iglesia de
hoy".