Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 18/06/2020) – “Los ataques de los pastores contra los
agricultores son una amenaza severa que podría aumentar el hambre en el
país”, afirmó Su Exc. Mons. Paulinus Chukwuemeka Ezeokafor, obispo de
Awka hace unos días. “Sabemos lo que significa no tener productos
agrícolas, es decir, el aumento de los precios de los alimentos con el
consecuente riesgo de hambre se convertirá en el orden del día para
grandes sectores de la población”, dijo el obispo de la diócesis de
Awka, en Nigeria, en referencia a los ataques a los agricultores.
“Condenamos el asesinato de ciudadanos inocentes en sus granjas en
algunas comunidades agrícolas por todo el país. Varios agricultores
ahora tienen miedo de ir a sus granjas para evitar ser asesinados por
pastores homicidas” continúo denunciando Mons. Ezeokafor el domingo 14
de junio en la homilía de la misa que presidió.
Monseñor Ezeokafor exhortó al gobierno nigeriano que tome las medidas
apropiadas para detener estas masacres: “Pido al gobierno federal que
ponga fin a todas las formas de asesinato de ciudadanos inocentes en el
país, incluidos aquellos que trabajan en granjas para producir alimentos
para nuestro pueblo”.
La Asociación de la South East Town Union, ASETU, denunció la reciente
llegada de jóvenes del norte del país al sudeste. ASETU en una carta
enviada a los gobernadores de los estados del área había dicho que “en
el sudeste y otras partes de Nigeria, estamos presenciando el asesinato y
la violación de nuestra gente por parte de los pastores. La gente ahora
tiene miedo de cultivar en sus granjas, en su tierra ancestral”.
La semana pasada estuvo marcada por un baño de sangre en Nigeria con el
asesinato de más de 260 personas en varios ataques por parte de Boko
Haram y pandillas de pastores armados, principalmente en la región
norte.
Según el Security Tracker de Nigeria, que cataloga incidentes violentos
causados por desacuerdos políticos y motivos socio-económicos, el
estado de Borno, con 114 muertes, registró el mayor número de víctimas,
seguido por el estado de Katsina, donde murieron 75 personas.