Islamabad, PAKISTÁN (Agencia Fides, 01/06/2020) - Los episodios de violencia contra las
minorías religiosas cristianas e hindúes siguen causando preocupación en
Pakistán y suscitan indignación en la sociedad civil. Irónicamente, la
violencia tiene lugar mientras el debate sobre la nueva Comisión para
las minorías religiosas, recién creada dentro del gobierno, se lleva a
cabo entre las instituciones. Actualmente, las ONG locales e
internacionales como Human Rights Watch se lamentan de que el gobierno
pakistaní ha excluido de la Comisión a la comunidad Ahmadí, considerada
como una "secta" del islam sunita, y piden que el organismo sea
verdaderamente inclusivo e independiente.
Según la información de la Agencia Fides, en los últimos días, el pastor
cristiano protestante Haroon Sadiq Cheeda y su familia fueron
brutalmente golpeados y obligados a abandonar la zona donde vivían, en
la ciudad de Rahim Yar Khan, en la provincia pakistaní de Punjab.
En los días anteriores, siete hombres armados musulmanes atacaron la
"Iglesia de la Trinidad Pentecostal" en la zona de Kala Shah Kaku en el
distrito de Sheikhupura a 56 km de Lahore, capital de la provincia de
Punjab. El pastor Samuel Hidayat, quien dirige el culto, hablando con
Fides, ha declarado: “Ha sido un shock escuchar a estos fundamentalistas
cantando consignas para quemar la Iglesia y los cristianos que viven en
la colonia circundante. Han roto la pared posterior de la Iglesia, la
puerta principal y la cruz en la entrada de la puerta". Luego el pastor
Samuel agrega: "Ha sido un momento de gran tensión: para detener a los
hombres armados, llamé de inmediato a la policía y los atacantes huyeron
cuando escucharon la llegada de las fuerzas del orden”. La policía
registró un “Primer Informe de investigación” (First Information Report)
incriminando a los hombres por daños a lugares de culto y agresión.
Haroon Imran Gill, miembro cristiano de la Asamblea Provincial de
Punjab, hablando con Fides, comenta: “Condenamos este ataque contra la
Iglesia y los grupos cristianos. Es triste que los lugares de culto y
las minorías religiosas sean atacadas incluso durante este período de
bloqueo debido a la epidemia de covid-19. La policía ha detenido a dos
de los atacantes, pedimos justicia".
También en Punjab, un cementerio cristiano de 100 años de antigüedad en
Khanewal fue atacado por unos hombres musulmanes que querían apropiarse
indebidamente de esa tierra y destruyeron muchas de las tumbas del
cementerio. Gracias a la intervención inmediata de un miembro cristiano
de la asamblea provincial, Ejaz Alam Augustine, el cementerio pudo
salvarse. Ejaz Alam Augustine, hablando con Fides, informa: "Hemos hecho
que la administración haga un recinto en todo el perímetro del
cementerio para delimitar sus límites. Los cristianos son ciudadanos
como los demás y tienen los mismos derechos y la misma dignidad ".
Otro episodio inquietante es el del abogado católico Khalil Tahir Sindu,
miembro de la Asamblea Provincial de Punjab, que desde siempre defiende
legalmente y protege a la comunidad cristiana. Su casa en Lahore fue
atacada por cuatro hombres armados que dispararon contra las paredes.
Si la mayor parte de los episodios de violencia contra los cristianos
tienen lugar en Punjab, en la provincia de Sindh, al sur de Pakistán es
el epicentro de la violencia hacia los hindúes, una importante minoría
religiosa en esta parte del país. Recientemente, algunos musulmanes de
Hala, en el distrito de Mitiari, quemaron casas y golpearon a hombres,
mujeres y niños hindúes. En otro ataque en la aldea Tadados de
Tharparker, 21 casas hindúes fueron incendiadas por militantes y muchos
niños fueron heridos.
Rahat Austin, abogado y activista de derechos humanos, dice a Fides:
"Los hindúes viven en Sindh desde hace más de mil años y ahora son
tratados como intrusos o seres inferiores. El gobierno necesita medidas
concretas para garantizar su protección, además de unas condiciones de
vida sostenibles y con todas las libertades".
En su manifiesto electoral de 2018, el partido Pakistán Tehreek-e-Insaf
(PTI), que ahora gobierna en el país bajo el liderazgo del primer
ministro Imran Khan, había prometido comprometerse en la protección y
promoción de los derechos de todas las comunidades religiosas en el
país.