CIUDAD DEL VATICANO,
13 de julio de 2014 (VIS).-Después de rezar el ángelus, el Papa
FRANCISCO dirigió nuevamente un llamamiento para rezar con
insistencia por la paz en Tierra Santa a la luz de los trágicos
acontecimientos de los últimos días.
''Tengo todavía
en la memoria -afirmó- el vivo recuerdo del encuentro del 8
de junio pasado con el Patriarca Bartolomé, el Presidente Peres y el
Presidente Abbas, junto a los cuales invocamos el don de la paz y
escuchado la llamada a romper la espiral del odio y de la violencia.
Alguien podría pensar que ese encuentro fue en vano. ¡Pero no ha
sido así! La oración nos ayuda a no dejarnos vencer por el mal ni a
resignarnos a que la violencia y el odio predominen sobre el diálogo
y la reconciliación. Exhorto a las partes interesadas y a todos los
que tienen responsabilidades políticas en ámbito local e
internacional a no escatimar la oración y a no ahorrar esfuerzo
alguno para que cese toda hostilidad y se logre la paz tan deseada
para el bien de todos. Y os invito a todos a uniros en la oración.
En silencio, vamos a rezar todos. Ahora, Señor: ¡ayúdanos Tú!
¡Danos Tú la paz, enséñanos Tú la paz, guíanos Tú hacia la
paz! Abre nuestros ojos y nuestros corazones y danos el coraje de
decir: '¡Nunca más la guerra!'; '¡Con la guerra todo está
destruido!'. Infunde en nosotros el valor de hacer gestos concretos
para construir la paz. Haznos disponibles para escuchar el grito de
nuestros ciudadanos que nos piden que transformemos nuestras armas en
instrumentos de paz, nuestros miedos en confianza y nuestras
tensiones en perdón''.
El Santo Padre
recordó a continuación que hoy se celebraba el 'Domingo del Mar'
y saludó a los marineros, a los pescadores y a sus familias
exhortando a las comunidades cristianas, en especial a aquellas
costeras,a que les prestaran la mayor atención posible. También
invitó a los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar a
''continuar su compromiso en el cuidado pastoral de estos hermanos
y hermanas'' y encomendó a todos ''especialmente a cuantos se
encuentran en dificultad y lejos de casa, a la materna protección de
María, Estrella del Mar''.
Por último dio la
bienvenida a todos los hijos y las hijas espirituales de San Camilo
de Lelis, de quien se celebra mañana el 400 aniversario de la muerte
e invitó a la familia camiliana, al final de este año jubilar, a
''ser signo del Señor Jesús que, como buen samaritano, se
inclina sobre las heridas del cuerpo y del espíritu de la humanidad
que sufre , derramando el aceite del consuelo y el vino de la
esperanza. A todos los reunidos aquí en la Plaza de San Pedro, como
también a los trabajadores sanitarios que prestan servicio en los
hospitales y las casa de cura, les deseo -concluyó- que
crezcan cada vez más en el carisma de la caridad, alimentados del
contacto cotidiano con los enfermos. Y por favor, no os olvidéis de
rezar por mí''.