Diman, LÍBANO
(Agencia Fides, 07/07/2014) - El retraso o aplazamiento de la
elección de un nuevo Presidente de la República “amenaza la
existencia misma del Líbano”, porque “sólo un presidente
maronita con amplio consenso y una personalidad adecuada, con
cualidades morales e historia individual” puede garantizar
continuidad a la fisonomía característica de Líbano, que es a la
vez unitaria y pluralista. Así el Patriarca de Antioquía de los
Maronitas, Bechara Boutros Rai, ha vuelto a dar la alarma sobre la
crisis política que está paralizando las instituciones en el país
de los Cedros desde hace meses, donde los dos principales bloques
políticos contrapuestos - la “coalición 8 de Marzo” y la
“coalición 14 de Marzo” - con su férrea contraposición
sabotean cualquier posibilidad de encontrar un candidato común para
el cargo de Presidente de la República, reservado por el sistema
político libanés a un cristiano maronita. Durante la ceremonia de
ayer Domingo, que se celebra en la iglesia de la residencia de verano
patriarcal en el pueblo de Diman, el Patriarca Rai ha dirigido otra
acusación más a los políticos libaneses, que a su juicio parecen
ignorar las terribles consecuencias del vacío de poder en el más
alto cargo del estado. Esta situación de estancamiento – ha dicho
el Patriarca en su homilía que hemos recibido en al Agencia Fides -
está favoreciendo “la decadencia socio-económica del Líbano y
abre el camino al saqueo de los recursos públicos y los derechos de
los trabajadores”. Además, según el Primado de la Iglesia
maronita, “es una vergüenza” que el cargo a la presidencia
permanezca vacante, mientras que el Líbano se prepara para acoger
importantes cumbres de las Naciones Unidas y la Liga Árabe. “La
experiencia del Líbano”, ha dicho el patriarca Rai extendiendo su
mirada a los escenarios caóticos regionales, “podría ayudar a los
países de Oriente Medio que sufren por la guerra, la violencia, el
terrorismo y el auge de los movimientos fundamentalistas” a n o
caer fatalmente en manos de poderes basados en el “monopolio
religioso, político y social”, custodiando la peculiaridad de su
sistema pluralista libanés “en medio de las teocracias islámicas
que dominan en muchos países árabes y la teocracia judía en
Israel”.