Antananarivo, MADAGASCAR (Agencia Fides, 05/12/2017) – “En los últimos días no se han tenido
noticias de casos de peste en la capital. La situación ha mejorado”. Lo
confirma a la Agencia Fides sor Giacinta Gobetti, misionera de las
Carmelitas menores de la caridad de Antananarivo. Tras haber declarado
el “estado de emergencia”, cerrando primero las escuelas y después
prohibiendo cualquier aglomeración en lugares públicos, el gobierno
malgache ha anunciado el fin de la epidemia en las zonas urbanas pero la
vigilancia continúa en todo el país que, desde agosto, ha registrado
202 casos de muerte por peste dado que se trata de una epidemia
estacional que durará hasta abril de 2018. La peste es endémica en
algunas zonas de Madagascar pero la epidemia de este año está siendo más
contagiosa puesto que dos tercios de los casos registrados eran de
peste pulmonar, que puede transmitirse entre personas y puede provocar
la muerte en solo 24 horas.
Además, la propagación, tanto de los casos de peste pulmonar como de
aquellos, en menor medida, de peste bubónica, ha afectado a las grandes
ciudades también haciendo que la epidemia fuera la más virulenta de los
últimos años. Las ciudades más afectadas han sido la capital,
Antananarivo, que ha registrado 400 casos, y aquellas de la costa
oriental.
“En la casa de la Caridad de Antananarivo, donde tenemos ingresadas a 35
personas con discapacidad física o intelectual, -explica sor Giacinta-,
no hemos tenido ningún caso de peste y ninguna de las personas que han
venido para recibir tratamiento presentaba síntomas. La peste se ha
extendido en las ciudades porque quizá no se había detectado el contagio
de la variedad pulmonar y sí la de la bubónica, pero aun así las
instituciones han ofrecido una respuesta múltiple. Se tomaron muchas
precauciones, se incentivó la limpieza, se ha informado y pedido tener
cuidado con las ratas y con las basuras y las escuelas se han cerrado
temporalmente”. El Ministerio de Sanidad está coordinando las acciones
para combatir la epidemia con la ayuda de la Organización Mundial de la
Salud y del Instituto Pasteur de Madagascar. Actualmente, la situación
está bajo control y la vida social retoma gradualmente su ritmo
habitual.
Según los últimos datos recogidos por el gobierno y difundidos por la
OMS, desde agosto al 27 de noviembre de 2017, se recopilaron 2.348 casos
de peste, confirmados, probables y sospechosos. A todas las personas
contagiadas o con síntomas se les ha garantizado gratuitamente el
tratamiento y la prevención (la OMS ha proporcionado 1,2 millones de
dosis de antibiótico). La región más afectada, con el 68% de los casos,
ha sido la de Analamanga, donde se encuentra la capital. No se ha
registrado ningún caso nuevo de peste pulmonar a partir del 14 de
noviembre, mientras que el último contagio de peste bubónica es del 8 de
noviembre. A partir de esta información, la OMS estima que el riesgo de
peste en Madagascar es, por el momento, moderado a nivel nacional y
bajo a nivel regional.