Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides,
13/01/2018) - “Estamos siendo testigos de una campaña de
intoxicación y desinformación, incluso de difamación orquestada por los
responsables de las instituciones de la República contra la Iglesia
Católica y su jerarquía”, ha denunciado don Donatien Nshole, Secretario
General de la CENCO (Conferencia Episcopal Nacional Congoleña), en una
conferencia de prensa en Kinshasa. Una campaña difamatoria está atacando
particularmente a Su Eminencia el Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya,
Arzobispo de Kinshasa. “Esta campaña – ha dicho don Nshole - se ha
centrado en la autoridad de Su Eminencia el Cardenal Laurent Monsengwo,
considerado erróneamente como el instigador de las acciones que apuntan a
desestabilizar las instituciones existentes y a querer tomar el poder.
Exigimos las pruebas de estas graves acusaciones presentadas contra su
persona”.
En una declaración la CENCO “reafirma su pleno apoyo y su cercanía al
Cardenal Monsengwo” desaprobando “la demonización deliberadamente
construida contra el Cardenal Arzobispo de Kinshasa y miembro del
Consejo de los 9 Cardenales escogidos por el Papa Francisco para el
gobierno de la iglesia universal”.
Ayer, 12 de enero, el Cardenal Monsengwo celebró una misa en la Catedral
Notre Dame de Lingwala por las víctimas de la represión de la
manifestación del 31 de diciembre convocada por el Comité Laïc de
Coordination (CLC), para pedir el respeto de los acuerdos de San
Silvestre del 31 de diciembre de 2016, además de por aquellas de las
inundaciones de las últimas semanas.
En la misa han participado varios miembros del cuerpo diplomático
acreditado en Kinshasa, entre lo cuales el Nuncio Apostólico, Su Exc.
Mons. Luis Mariano Montemayor, el Embajador de Francia y el
representante en la Unión Europea, además de los principales líderes de
la oposición.
La policía ha disparado bombas de gas lacrimógeno a los fieles reunidos
afuera de la Catedral. Los obispos han invitado a “los congoleños a no
dejarse influenciar por la campaña de difamación cuyos autores no
reconocen su sufrimiento, invitando a todos a permanecer en la recta vía
y a estar vigilantes, tomando su destino en sus propias manos y
bloqueando pacíficamente el camino hacia cualquier intento de
confiscación o toma del poder por medios no democráticos e
inconstitucionales”.
La República Democrática del Congo está atravesando una crisis política e
institucional desde diciembre de 2016, cuando expiró el segundo y
último mandato del presidente Joseph Kabila. Las elecciones
presidenciales programadas para finales de ese año no fueron organizadas
por la Comisión Electoral Independiente, que alegó problemas
financieros y de organización y por falta del registro de votantes.
Gracias a la mediación de los obispos, se alcanzó el acuerdo de fin de
año para llevar a los votantes a las urnas en 2017. Pero esto no ha
sucedido. Kabila ha permanecido en el poder mientras que las elecciones
se han pospuesto al 23 de diciembre de 2018. Aunque muchos comienzan a
dudar de que se cumpla este plazo. Por esta razón, las protestas se
multiplican para pedir el cumplimiento de los compromisos asumidos y el
abandono del poder del Presidente Kabila.