Faisalabad, PAKISTÁN (Agencia Fides, 16/01/2018) - Es muy difícil para las iglesias cristianas
en Pakistán cumplir con las nuevas directrices gubernamentales para
proteger los lugares de culto, unas medidas reforzadas después del
ataque en la iglesia metodista de Quetta antes de Navidad. También
porque son las propias iglesias las que se deben hacer cargo de su
propia seguridad con el coste que ello implica y que, muy a menudo, no
pueden asumir las comunidades. “Hay muchas iglesias y capillas, grandes y
pequeñas, en mi diócesis de Faisalabad. Se debe instalar en cada una de
ellas un circuito cerrado de televisión, reforzar las puertas, levantar
muros de protección con alambre de púas y comprar detectores de
metales. Son una pesadilla de medidas”, señala con preocupación a Fides
Bonnie Mendes, sacerdote y ex coordinador de Cáritas Asia. Ahora, de
acuerdo con las regulaciones gubernamentales, los muros que ya contaban
con una altura de 1,80 metros deben levantarse hasta los 3 metros. El
padre Mendes apunta: “Dependiendo del tamaño de la iglesia, el coste de
instalar todos estos sistemas es bastante alto. Hablamos de entre
200,000 y 300,000 rupias paquistaníes”.
Después del ataque a la iglesia Metodista de Quetta del 17 de diciembre
de 2017 - cuando dos suicidas asaltaron el templo dejando 56 heridos y
16 muertos – el vicecomisario de Faisalabad solicitó la instalación de
estos dispositivos de seguridad para las iglesias a la par que las
fuerzs de seguridad vigilaran durante las celebraciones.
El padre Qaisar Feroz, párroco de la parroquia de San Antonio en Lahore
asegura a Fides: “El año pasado compramos dos barreras y detectores de
metal. Otro gasto importante fue el de poner vallas y alambre de espino.
Nos ha ayudado la escuela de aquí al lado porque la parroquia no
hubiera podido sufragar el gasto”. Karachi, una ciudad portuaria, tiene
más de mil iglesias tanto católicas, como protestantes, pentecostales y
de otras denominaciones. El arzobispo Joseph Coutts, de Karachi, en
declaraciones a Fides indica: “Estoy muy agradecido a las fuerzas
policiales de Karachi, siempre atentos y disponibles para garantizar la
seguridad de nuestras reuniones, siempre pendientes de nuestra
protección. Hemos dado a las fuerzas de seguridad una lista de todas
nuestras iglesias católicas”.
El católico Naveed Anthony, ex consejero del primer ministro Sindh para
las cuestiones relacionadas con las minorías religiosas, explica a la
Agencia Fides: “El año pasado, gracias al Departamento de Asuntos
Minoritarios e Informática, instalamos cámaras en varios edificios de
culto de minorías, así como en las grandes iglesias de la ciudad. Fue
una iniciativa del gobierno de Sindh, que está haciendo todo lo posible
para proteger a las minorías religiosas”. En declaraciones a la Agencia
Fides, el obispo protestante monseñor Khadim Bhutto, presidente del
Consejo Episcopal de Pakistán, destaca que una de las sugerencias de las
fuerzas de seguridad era “formar voluntarios para proporcionar
seguridad a las iglesias”. Las comunidades cristianas han proporcionado
una lista de 550 jóvenes voluntarios que serán entrenados por la policía
y recibirán un certificado. Incluso los pastores protestantes han
recibido las mismas disposiciones para garantizar la seguridad, lo que
implica un desembolso económico que no siempre se puede asumir.