Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides,
19/01/2018) – La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) ha
calificado de “masacre” el operativo policial del lunes 15 de enero en
el que murieron 9 personas, entre ellas el ex agente policial Óscar
Pérez, quien se rebeló contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La CEV ha enviado a Fides un comunicado en el que “denuncia la horrible
masacre evidenciada en las ejecuciones extrajudiciales y muertes de
civiles en acciones perpetradas por fuerzas militares”.
“Este acto nos pone ante la degradación e irrespeto de la dignidad y los
derechos humanos atinentes a cualquier persona”, prosigue el escrito de
la CEV en el que exigen a las autoridades una investigación sobre dicha
operación.
Los obispos venezolanos cuestionan en el texto “la falta de resolución
pacífica de conflicto frente a un caso de solicitud de entrega, la
ausencia de fiscales en el procedimiento y la utilización de grupos
civiles armados” en el operativo, defendido por el Ejecutivo.
Ante tal situación piden a la Fiscalía “que vele por la entrega a los
familiares de los cuerpos de los fallecidos”, que no se ha dado 72 horas
después del operativo policial y “evitando la cremación, sin
autorización de estos, para determinar la causa de la muerte”.
Pérez se rebeló contra Maduro el pasado mes de junio cuando sobrevoló
Caracas con un helicóptero de la Policía científica y disparó contra dos
edificios oficiales sin causar heridos o muertos.
En ese momento, jóvenes estudiantes universitarios se manifestaron en
las calles de Caracas y hubo muchos muertos y heridos. Desde entonces, de manera clandestina, Pérez ha grabado
varios videos que piden un levantamiento popular contra el gobierno de
Maduro. El mes pasado asaltó junto a sus hombres una base militar de la
que sustrajo armamento y sometió a los soldados, a los que les recriminó
su lealtad hacia Maduro.
Antes de ser abatido el ex agente de 36 años difundió en las redes
varios videos en los que pedía entregarse para salvar las vidas de los
“civiles inocentes” que decía que había en la vivienda donde se
atrincheró en la localidad de El Junquito, en la Gran Caracas.
Aunque anoche la Suprema Corte de Justicia nombrada por la Asamblea
Nacional ha condenado las acciones de la policía y el ejército, la
noticia de la ejecución de Pérez ha generado confusión en la sociedad
venezolana y un extraño sentimiento de remordimiento. Amnistía
Internacional también condenó el hecho y, junto con otras organizaciones
de derechos humanos, solicitó aclaraciones al gobierno de Maduro. Si el
gobierno de Maduro había pensado enviar con esta acción un poderoso
mensaje al país sobre los riesgos que corren los posibles seguidores de
Pérez, los videos que siguen circulando en las redes sociales de la
solicitud de rendición de Pérez provocan una reacción completamente
opuesta.