Dakar, SENEGAL (Agencia Fides, 08/01/2018) - Los rebeldes del Mouvement des Forces
Démocratiques de Casamance (MFDC) rechazan las acusaciones que les
responsabilizan de la matanza de 13 jóvenes leñadores asesinados el 6 de
enero en un bosque en esta región de Senegal.
El MFDC ha emitido una declaración condenando la masacre y rechaza
cualquier acusación. Según el grupo rebelde, en el origen de la masacre
se encontraría una disputa entre algunos cortadores ilegales de teca,
una madera preciosa que abunda en Casamance. El MFDC pide “a las
autoridades senegalesas que dirijan la investigación hacia algunos
administradores y militares locales que están a cargo de una vasta red
de corte clandestino y ventas ilícitas de teca”. “El MFDC continúa su
apertura al diálogo con miras a una conclusión exitosa del conflicto de
Casamance”, asegura el comunicado que reitera el compromiso con el
diálogo entablado con las autoridades de Dakar y con la mediación de la
Comunidad de Sant'Egidio.
Incluso antes de la declaración de MFDC, el gobernador de Ziguinchor, la
capital regional, aseguró que la masacre “no afectará al proceso que
ahora ha comenzado” y añadió que “hay una dinámica irreversible para
seguir el camino de la paz”. La masacre se cometió después de la
liberación por parte de las autoridades senegalesas de dos miembros del
Frente Norte del MDFC. El movimiento independentista se ha dividido
durante mucho tiempo en al menos dos facciones rivales: el Frente Norte,
liderado por Salif Sadio, y el Frente Sur, de César Atoute Badiate. En
un primer momento se pensó que la matanza de leñadores estaba vinculada a
las rivalidades dentro del MFDC, en concreto, al intento de una de las
facciones de hacer fracasar el acercamiento entre el Gobierno y la
facción rival.
Casamance es una región de Senegal situada entre Gambia y Guinea Bissau,
habitada principalmente por católicos en un país de mayoría musulmana.
Desde 1982, el MFDC ha estado llevando a cabo una guerra de “baja
intensidad” que busca la independencia de la región del resto del país.
Después de varios intentos de mediación y divisiones internas en el
movimiento secesionista, en 2017 las conversaciones de paz parecieron
haber logrado un acercamiento a la facción de Salif Sadio. Los rebeldes
de Casamance también han perdido un importante protector, el Presidente
de Gambia, Yahya Jammeh, -expulsado del poder en enero pasado, lo ha dado un nuevo impulso a la búsqueda de una solución
pacífica a la crisis.