Austin, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 05/02/2018) – Los obispos estadounidenses ven de forma
positiva la propuesta del presidente Trump de otorgar la ciudadanía a
los dreamers, pero al mismo tiempo se muestran “profundamente
preocupados” por las otras medidas anunciadas sobre el tema de los
inmigrantes. En el discurso tradicional sobre el “estado de la Unión”
frente al Congreso, pronunciado el martes 30 de enero, entre los puntos
de la política migratoria de su gobierno, el presidente Trump habló de
otorgar la ciudadanía a 1.8 millones de “dreamers” a través de un
proyecto de ley que les garantice su naturalización entre 10 o 12 años.
Los “dreamers” son los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos desde
México y países de América Central, legalizados por la ley DACA,
suspendida después por el presidente Trump.
El Presidente de la Comisión para los emigrantes de la Conferencia
Episcopal de los EE.UU., el obispo de Austin, Mons. Joe Vásquez, ha
declarado a este respecto que los Obispos consideran positiva la
propuesta de ciudadanía para los dreamers - que involucra no solo a los
690,000 inscritos al DACA sino también a otros con derecho (por ello
Trump habló de 1,8 millones de jóvenes)- , pero también están
“profundamente preocupados” por el “impacto en la unidad familiar” de
las otras medidas.
De hecho, Trump también ha anunciado la construcción del muro a lo largo
de la frontera sur, reglas migratorias basadas en los "méritos" de
quienes "aman y respetan a nuestra nación", la limitación de la
reunificación familiar a la esposa y los hijos, además de la solicitud
al Congreso de los principales apoyo a la Patrulla Fronteriza (Policía
de Fronteras).
“Los recortes propuestos para la reunificación familiar y la eliminación
de las protecciones a los niños no acompañados son muy preocupantes”,
ha afirmado Monseñor Vásquez. “La inmigración familiar es parte de la
base de nuestro país y de nuestra Iglesia”, ha añadido, citando al Papa
Francisco: “La familia es la base de la convivencia y una medicina
contra la fragmentación social”.
Por lo tanto, los obispos de Estados Unidos instan al Congreso “a una
solución de consenso urgente”. “El tiempo es fundamental”, dice el
obispo de Austin. “Todos los días experimentamos las consecuencias de
este retraso en la acción cuando vemos gente joven que pierde sus
oportunidades de mantenerse económicamente y sus esperanzas”.