Yaundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 22/11/2018) - Otro sacerdote fue asesinado en una de las dos
regiones de habla inglesa de Camerún. El p. Cosmas Omboto Ondari,
misionero keniano perteneciente a la Sociedad Misionera San José de Mill
Hill, fue asesinado en la tarde del 21 de noviembre en Kembong, a pocos
kilómetros de Memfe, capital del departamento de la Provincia Sudeste.
El padre Cosmas fue golpeado dos veces por una patrulla de soldados
mientras estaba en frente a la iglesia de Martín de Tours, de la que era
vicario. El misionero, golpeado en el pecho y en la parte baja del
abdomen, murió en el impacto. El padre Cosmas, de unos treinta años de
edad, fue ordenado el 26 de marzo de 2017 en Kisii, Kenia, junto con
otros dos hermanos, por mons. Joseph Mairura Okemwa, obispo de Kisii. El
misionero fue enviado inmediatamente a Camerún, primero a la parroquia
de San Judas de Fundong en la provincia del noroeste y luego a la zona
de Mamfe.
El sacerdote es el segundo sacerdote católico asesinado en el sureste de
la región de habla inglesa. El 20 de julio, el padre. Alexandre Sob
Nougi, 42 años, párroco de la parroquia del Sagrado Corazón de Bomaka,
en la diócesis de Buea, fue asesinado. El 4 de
octubre, un seminarista, Gérard Anjiangwe, fue asesinado en
circunstancias similares a las del padre Gérard Anjiangwe. El joven de
19 años fue alcanzado por los disparos de un grupo de soldados frente a
la iglesia parroquial de Santa Teresa de Bamessing, una aldea cercana a
Ndop, en el departamento de Ngo-Ketunjia, en el noroeste de Camerún.
La protesta en las regiones de habla inglesa por la imposición del
francés en las escuelas y en los tribunales ha desencadenado en una
grave crisis política después de que algunos movimientos proclamaron la
secesión de las dos zonas bajo el nombre de Ambazonia. Según las ONG que operan en Camerún en el conflicto entre el
ejército y los grupos armados secesionistas, más de 200 soldados han
perdido la vida y 500 civiles han sido asesinados. Más de 437.000
habitantes de las zonas de conflicto se vieron obligados a huir.